Quienes tenemos cierta edad compartimos y recordamos algunos modales que nos inculcaron de pequeños. Aprendimos a ofrecer nuestros asientos a las damas en el transporte publico, Los caballeros se quitan el sombrero al entrar a un ascensor. Abrimos las puertas para las damas, los ancianos y los débiles. También se nos enseño como dar la mano correctamente. Ser breve. No presionar. Un apretón firme, pero sin lastimar. Y nunca, la mano débil como un pescado muerto.
Cuando un caballero se encuentra con otro, independientemente de si se conocen, se dan un apretón de manos. Aprendimos que un caballero no extiendo su mano a una dama, a no ser que ella la extienda primero.
Y luego aprendimos que estas reglas no se aplican en el judaísmo tradicional.
La costumbre judía tradicional es diferente, La regla impone que los miembros del sexo opuesto no deben tener contacto físico, ni siquiera un apretón de manos, salvo en el caso de la propia esposa, hermanas, hijas, padres o abuelos.
¿Donde origina la prohibición del contacto físico entre miembros del sexo opuesto, incluyendo el saludo con un apretón de manos?
La prohibición del contacto físico (en hebreo Neguia) se remonta al libro de Levítico (18:6 y 18:19) y fue expandida en el Talmud. La persona que observa esta prohibición es llamado Shomer Neguia. Esta prohibición no solo incluye el beso y el abrazo, sino también el apretón de manos y el toque en la espalda. Esta práctica es seguida por los judíos observantes, tanto hombres como mujeres, incluidos los jasidicos, y también aquellos llamados Haredim. También es observada entre los religiosos modernos dependiendo de cuan tradicional sea la persona.
La pregunta es ¿Por qué?
Para derribar los mitos debo aclarar que esto no tiene nada que ver con las leyes de pureza e impureza, o estatus social o religioso de las personas que se encuentran.
La razón es compleja, incluso desde la perspectiva freudiana. La sensación es que tocar a una persona del sexo opuesto es esencialmente una acción sexual, al menos el precursor de un acto sexual. Es cierto que la mayoría de los apretones de manos entre hombres y mujeres no terminan en relaciones sexuales, pero todas las relaciones sexuales comienzan con el contacto físico. Es también real que el apretón de manos comunica sentimientos , al menos en el nivel superficial.
Lógicamente hay excepciones a esta regla en las cuales se permite el contacto físico entre el hombre y la mujer. Por ejemplo en el caso de salvar un vida. También los profesionales de la salud están autorizados a tocar a miembros del sexo opuesto en la practica de su profesión, lo mismo peluqueros o fisioterapeutas cuando es necesario en su labor.
Hay un intenso debate sobre si esta permitido en el contexto de una relación laboral o de negocios . Algunos comentaristas consideran que no hay prohibición en el contexto laboral. La opinión de la Yeshiva University, que es considera ortodoxia moderna, recomienda a sus alumnos seguir esta línea en la búsqueda laboral después su graduación. Los Haredim y Jasidim no concuerdan con esta visión.
Algunos comentaristas solo permiten el saludo cuando la otra persona es la que ofrece la mano. Ya que negarle el saludo podría avergonzar a esta persona y esto estaría mal. El Rabino Harvey Belovski de la Sinagoga de Golders Green en Londres considera esta opinión respetable pero minoritaria, y no concuerda con la mayoría de las autoridades halajicas. Quien se considera Shomer neguia no debe tener contacto físico ni siquiera en el contexto laboral. Ellos consideran que en nuestra sociedad se aprecia y se respeta la diversidad cultural y religiosa, y una breve aclaración evita cualquier sentimiento de vergüenza e incomodidad.
El judaísmo tradicional, a diferencia de otras religiones, considera el contacto físico como un acto de gran sensualidad. Es una parte esencial en las relaciones conyugales, y también deben ser permitidos en este contexto. El apretón de manos como un acto de cortesía y nada mas es el primer paso para desensitivizar de sensualidad el contacto físico.
El Rabino Baruj Emanuel Erdstein de la ciudad de Safed, quien tiene un titulo en antropología de la Universidad de Michigan, declara que “el contacto físico casual entre los miembros del sexo opuesto, inhibe nuestra sensibilidad al poder sexual del contacto físico”.
Un pensamiento más profundo
Aparte del análisis sexual de algunos comentaristas, otros proponen otra visión, la individualidad física de cada individuo se ve vulnerada al tocar al otro, por respeto a la individualidad del prójimo no se permite el contacto físico.
Incluso si las dos partes están de acuerdo en el contacto físico, este acto quiebra las barreras, que deben ser respetadas.
Este concepto se puede ilustrar sobre si tocar a alguien a quien uno le depara gran respeto (incluso del mismo sexo). Por esta razón, cuando el Rebe de Jabad vivía, sus seguidores no lo saludaban nunca con el apretón de manos.
Esta práctica no es única en el judaísmo. Cunado un político de Texas puso su mano sobre el hombre del príncipe Carlos, príncipe de Gales, que estaba visitando los estados Unidos, fue considerado como una falla a las leyes de etiqueta. Esto no era porque el príncipe fuera “mejor” sino por que era una falta de respeto a su investidura como representante de otro país. Un incidente similar ocurrió hace no mucho tiempo en Eurpoa cuando el presidente de Estados Unidos puso sus manos sobre los hombros de la Canciller de Alemania, esto fue visitos como irrespetuoso hacia ella como representante de otro país y como individuo.
El judaísmo tradicional ve esta practica como una practica de respeto y de dar el espacio que corresponde a los miembros del sexo opuesto. La clave no es el saludo, la clave es el respeto. Si volviéramos a ofrecer nuestro asiento a las damas y a abrirles la puerta, tendríamos una sociedad mas respetuosa, sensible y bondadosa. Mucho mejor que un apretón de manos.
Únete a la charla