Pregunta:

¿Por qué el judaísmo ordena a las mujeres mantener sus cuerpos cubiertos?¿Hay algo vergonzoso o malo en el cuerpo de la mujer?¿Por qué una mujer tiene que esconderse sólo para que otros no se sientan tentados?

Respuesta:

Asumes que la única razón para la vestimenta modesta es evitar la tentación. Mientras este puede ser el caso en otras religiones, para el judaísmo esto no es cierto. La vestimenta modesta en el judaísmo no tiene que ver con cómo otra gente ve a las mujeres, sino cómo las mujeres se ven a ellas mismas.

Cubrir algo no siempre significa avergonzarse de ello. ¿Alguna vez te has dado cuenta de cómo tratamos al rollo de la Torá? Nunca lo dejamos abierto. Está oculto en muchas capas. La Torá se mantiene adentro de una sinagoga, en el Arca, detrás de una cortina, envuelta en una tela, y cerrada con un cinturón. Solamente se saca para propósitos santos, para ser leída durante los servicios. Para esos momentos especiales, cuidadosamente corremos la cortina, abrimos las puertas del Arca, sacamos la Torá, la descubrimos y la desenvolvemos. Tan pronto como hemos terminado, inmediatamente la volvemos a cubrir y la guardamos.

¿Por qué hacemos todo esto? ¿Por qué tanto lío para ocultar la Torá? ¿Estamos avergonzados de ella?¿Hay algo que ocultar?¿Hay algo horrible sobre la Torá? Por supuesto que no. Más bien, lo contrario.

Siendo que la Torá es nuestro objeto más sagrado, especial y precioso, nunca lo exponemos innecesariamente. Lo mantenemos cubierto porque no lo queremos tratar “ a la ligera”, no queremos ser demasiado “casuales” con él. Si la Torá siempre estuviera visible y abierta, entonces nos sería demasiado familiar, y no la respetaríamos tanto. Al mantenerla fuera de la vista, y trayéndola solo en tiempos apropiados, mantenemos nuestra reverencia y respeto por la Torá.

Lo mismo es con nuestros cuerpos. El cuerpo es una creación sagrada de Di-s. Es la morada sagrada del alma. La manera en la que mentemos respeto por el cuerpo, es a través de cubrirlo. No porque nos avergüenza, sino porque es muy bello y precioso.

Esto es cierto para los cuerpos de los hombres también, y la vestimenta modesta también se aplica a ellos. Pero es más en el caso de las mujeres. El cuerpo femenino tiene una belleza y un poder que sobrepasa por lejos al masculino. Los Cabalistas enseñan que el cuerpo de la mujer es de una belleza más profunda porque su alma viene de un lugar más elevado.

Por este motivo, su cuerpo debe permanecer discretamente cubierto.

En un mundo en donde el cuerpo de la mujer se ha reducido a propaganda barata, no precisamos prueba alguna sobre la veracidad de esta sabiduría. Cuando todo está expuesto, nada es sagrado.

Pero aquello que es verdaderamente precioso para nosotros, lo mantenemos envuelto