Estimada Raquel:
Conocí en una cita a una joven maravillosa. Disfruté mucho de su compañía, y la pasamos muy bien juntos. Sin embargo, por desgracia, no me sentí atraído hacia ella. Es por eso que no creo que tenga sentido seguir saliendo si ya sé que esta relación no tiene futuro. Ciertamente, no quiero darle falsas esperanzas, pero a decir verdad, fuera de la falta de atractivo, no tengo absolutamente ninguna razón para dejar de encontrarme con ella. ¿Qué hago?
“Desatraído”
Estimado “Desatraído”:
Estoy en un cien por ciento de acuerdo contigo en que es importante sentir atracción por la pareja; no obstante, en mis años de trabajo en el rol de casamentera, aprendí unas cuantas verdades.
La posición del judaísmo, contrariamente a la de la cultura popular, es que la gran parte de la atracción proviene de conocer a la persona y de apreciar su belleza interior. Como dice el Salmista (45: 14): “Kol kevudá bat melej pnima” (“La belleza de la princesa radica en su interior”).
Es muy importante conocer a la persona sin realizar juicios rápidos, basados únicamente en imágenes o en expectativas preconcebidas que uno pueda tener en mente.
Desgraciadamente, vivimos en una sociedad “de aerógrafo” en la que las actitudes seculares respecto a la belleza van arraigándose dentro de nosotros a través de las propagandas, las películas y la música. Estas imágenes muchas veces no son para nada realistas y, ciertamente, no ayudan en nada a la persona que está buscando una pareja para toda la vida.
Cuando dos personas se van conociendo –y en especial si se llevan bien–, lentamente, cada una de ellas empieza a valorar las maravillosas cualidades que tiene la otra y a reconocer las que complementan las suyas propias. El otro es bello por ser quien es. Cuando uno piensa en su pareja, la bella imagen que le viene a la mente es un recordatorio de todas las cosas bellas que esa persona tiene dentro y que le causan atracción.
Por el contrario, en muchas ocasiones, la persona que da la impresión de ser considerablemente atractiva puede volverse terriblemente fea muy rápido si cuando abre la boca, su forma de hablar es vulgar o descortés.
Cuando una persona está ocupada viviendo una vida plena y productiva, aprende a valorar el hecho de que el otro la entiende, la respeta y se ocupa de ella, y eso se transforma en la mayor forma de atracción posible.
Desgraciadamente, conozco muchos hombres y mujeres jóvenes que se pasan años enteros concurriendo a citas y no logran sobreponerse a esas primeras impresiones. También, conozco hombres y mujeres jóvenes que poco a poco fueron aprendiendo esta verdad y encontraron bellísimas parejas mirando dentro de ellas.
Hay un joven muy apuesto que conozco que sé que se enfrentó durante muchos años a este problema mientras salía con numerosas mujeres. Finalmente, conoció a una mujer maravillosa, sensible y cariñosa. Ella no era como la imagen de mujer que él tenía en su mente. No obstante, se dio cuenta de que ella era la persona que él quería por esposa y como madre de sus hijos. ¡Hoy viven los dos juntos y muy felices! Él se siente bendecido por tener una mujer tan hermosa a la que ama enormemente y ahora se da cuenta de lo atrapado y programado que estaba antes por los preconceptos de belleza que recibía de la sociedad.
También, conocí hombres que encontraron a su mujer de ensueños y que les dieron prioridad a los atributos físicos más que a otras cualidades. Esa es una elección y decisión personal que cada uno tiene que hacer. A veces, uno tarda años en llegar a apreciar esta verdad, y ella tiene que ser una realidad para la persona. Al fin y al cabo, depende de cada uno meditar bien sobre el tema y determinar qué clase de persona es realmente la que está buscando. El Rebe de Lubavitch, Rabí Menajem Mendel Schneerson, de bendita memoria, llama a esto hamshajat ha-lev, que se traduce como “atraer el corazón”. Un sentimiento profundo que surge de adentro de la persona, de sentir deseo y aprecio por el otro.
¿Por qué te digo esto? Porque siento que es injusto esperar que un hombre busque una pareja sin antes darle la perspectiva judía de lo que está buscando. En todas las otras áreas de la vida, contamos con la ley judía; para esta, también, tenemos el enfoque judío. Hay muchos libros sobre el tema, y yo pienso que sería muy útil leerlos detenidamente.
Así como lleva tiempo aprender a cumplir con el Shabat y aplicar las leyes de kashrut, creo que uno no puede cambiar la forma en la que piensa de la noche a la mañana. Solamente, espero que con algunas de estas ideas, te sea más fácil decidir qué hacer.
Raquel
Únete a la charla