Querido Rabino:

He estado teniendo pesadillas durante años, a veces varios días seguidos. Sobre mí, sobre amigos y familiares. Nunca son reales, sin embargo, han torturado y complicado mi vida. Me asustan y, a veces, hasta me paralizan.

Apreciaría si me pudieras dar alguna perspectiva.

Respuesta:

Puede haber varias causas, pero la más significativa se relaciona con los pensamientos que tienes durante el día. Como dice el Talmud: “Lo que piensas durante el día, eso es lo que soñarás de noche”. Algunas investigaciones sostienen: “Aprende a pensar de cierto modo y de esa forma soñarás, también”.

Esto es una buena noticia, porque la forma de pensar es algo que puedes controlar y cambiar como cambiarte las vestimentas.

Verás, los pensamientos son un tipo de vestimenta, como también las palabras y las acciones, pero tienen un estilo peculiar.

Nos vestimos para ir a los lugares que elegimos. Si no elegimos ningún lugar, las vestimentas no tienen nada que decir. No son así las ropas de los pensamientos y las palabras. Si no los llevamos a algún lugar, ellos nos llevarán a otro.

Este es realmente todo el desafío de ser un verdadero ser humano: ser el maestro de nuestros propios pensamientos, palabras y acciones. Ser capaz de decirles: “No estoy interesado en tenerte dando vueltas”, o simplemente no prestarles atención. Así, el pensamiento entenderá tu mensaje y no volverá a molestarte.

Esto nos da un tremendo poder. Porque los pensamientos y las palabras son lo más poderoso que hay. Así como el Todopoderoso creó el mundo con Sus pensamientos y palabras, los seres humanos moldeamos nuestras propias vidas con pensamientos y palabras. Alguien que tiene pensamientos negativos es como una ventana sucia, no deja que entre luz a través de ella. Y en donde no hay luz, más polvo y oscuridad se acumula. Energía negativa atrae eventos negativos, y el ciclo continúa así.

Pero en el momento que decides limpiar todos tus pensamientos con ideas positivas, entonces estos desparecen, como la oscuridad con un poco de luz.

Todo lo que te estoy diciendo es que ignores las pesadillas, y que cuando vengan a la mente, trates de pensar en cosas buenas. Tómate un tiempo para estudiar la Torá y las enseñanzas judías, y luego piensa en lo que has estudiado. Piensa en gente buena que conozcas. Visualiza las buenas cosas que esperas en tu vida. Deja que los buenos pensamientos creen una buena vida.

Antes de ir a la cama, dí la plegaria del Shmá, piensa en las palabras y en mejorar tu día. Mira la Mezuzá, piensa en cómo Di-s te observa y se preocupa por ti.

Puedes reemplazar los pensamientos negativos con positivos, así como te cambias las vestimentas feas por lindas.


Puedes convertirte en una persona optimista. Después de todo, es tu cerebro, tu vida.