Una vez, el Rab Zushe dijo que cuando estuviera parado frente a la corte celestial, esta no le preguntaría "Zushe, ¿por qué no has alcanzado la grandeza de Moshé?" Sino, en cambio, la pregunta sería "Zushe, ¿por qué no has alcanzado la grandeza de Zushe?".

No se espera que seamos lo mismo de buenos que otra persona, ya que no hemos recibido los talentos y las habilidades de ella. Sin embargo, sí se espera que seamos lo mejor que podamos ser utilizando nuestras fortalezas y capacidades innatas para hacer del mundo que nos rodea uno mucho mejor.

Entonces, ¿cómo podemos ser más auténticos?

La productividad no es solo una iniciativa global para hacer más cosas, se trata de hacer más de aquellas cosas que nos acercan a nuestros objetivos y que revelan nuestro verdadero ser.

Aquí hay cinco claves para hacer que nuestro verdadero ser brille:

1. “Si tomáramos conciencia de lo que somos realmente capaces de hacer, nos sorprenderíamos a nosotros mismos”, Rab Dr. Abraham Twerski.

Todos tenemos competencias que podríamos alimentar un poco más para así obtener un sentimiento de satisfacción interior mayor. Para algunas personas, puede tratarse de una medida extrema como, por ejemplo, realizar viajes anuales a orfanatos en países del Tercer Mundo. Para otras, puede ser algo mucho más simple como tomar clases de piano, esas que siempre se quisieron, o plantar un jardín de rosas, que hace años esperan poder concretar.

2. Debemos tener cuidado cuando damos nuestra palabra, ya que quien lo escucha estará esperando que cumplamos con nuestra promesa.

Esto causó un verdadero impacto en mí, ya que en mi rol de madre, muchas veces, digo que sí, sin haber escuchado realmente cuál es el pedido. El resultado es que mis hijos se quedan tranquilos y en silencio, y yo espero que se olviden lo más rápido posible de mi respuesta.

Pero mis hijos, como la mayoría de los niños con los que nos relacionamos en el mundo, esperan que los escuchemos y que consideremos el resultado antes de darles nuestra palabra.

Hoy por hoy, he reducido en un 75% la cantidad de veces que hago alguna promesa y he aumentado la cantidad de veces en que logro cumplir aquellas cosas que prometí.

3. Si queremos ser más creíbles debemos aceptar la total responsabilidad por nuestros actos.

Existe una tendencia muy marcada a culpar a las circunstancias en vez de asumir responsabilidades.

Y si bien es cierto que no podemos pedir perdón por las cosas que ocurren que están fuera de nuestro alcance, sí podemos asumir la responsabilidad, por ejemplo, de llegar tarde a ciertas reuniones por no haber calculado el tiempo necesario para llegar a horario.

4. Nunca debemos subestimar el valor del impacto positivo que podemos tener sobre otros.

Si tenemos algún pensamiento lindo respecto de otra persona, debemos compartirlo con ella. Podríamos considerar este gesto como una especie de "caridad verbal". Decirle un cumplido a un amigo seguramente le alegre el día y es muy posible que esa persona lo atesore en su mente con el mismo valor que atesoraría un objeto de oro.

5. Nos consume más energía entrar en pánico que la que nos demanda planificar las cosas.

Debemos dejar el estado de desesperación para los adolescentes. ¿Tenemos miedo? ¿Nos sentimos abrumados? Es momento de tomar una siesta revitalizante o un buen café y comenzar a escribir un plan.

Poner en marcha dicho plan será mucho más productivo que alimentar nuestra mente con pensamientos de pánico.

¿Alguna vez escucharon la frase "Cambiar es fácil… inténtelo usted primero"?

No esperen que todo esto ocurra de manera sencilla, pero los pequeños pasos dados a conciencia sin duda los guiarán en dirección a una versión más auténtica