“Permítanme contarles una experiencia personal que tuve,” comenzó un hombre joven de Amberes. “Había estado estudiando en la Yeshiva Kol Torá en Jerusalem cuando mi padre se enfermó. Las cuentas médicas cada vez mayores y su prolongada ausencia en el trabajo drenaron los recursos de la familia. Me vi obligado a dejar mis estudios y meterme en los negocios para ayudar a sostener la carga.”

“Un conocido me sugirió que escribiera al Rebe de Lubavitch y le pidiera una bendición. Estuve realmente muy feliz de hacer eso, como era nuevo en el mundo de los negocios. En su respuesta, el Rebe me aconsejaba que el domingo siguiente comprara tantas acciones como fuera posible de un determinado stock.”

“Seguí el consejo del Rebe, a pesar de que esa acción especial no parecía tener ninguna promesa en particular. Dos días más tarde, el precio de estas acciones subió inesperadamente. Inmediatamente vendí mis acciones, beneficiándonos con una ganancia excelente.”