Estimados Lectores:

Esta semana ya volvimos a la rutina cotidiana, después de las fiestas del mes de Tishrei. Este viernes y shabat ya entramos al mes de Mar Jeshvan. Justamente llamado así por ser un mes particularmente rutinario y llano.

A veces ocurre que en la elevación de las festividades, nos sentimos espirituales y etéreos, rodeados de santidad y mitzvot. Pero Hashem quiere que justamente en nuestra vida cotidiana este imbuida de espiritualidad.

Uno de los más conocidos discursos jasidicos sobre Noaj, aclara este tema a la perfección.

Las aguas del diluvio son comparadas a las preocupaciones y tribulaciones del sustento y los temas mundanos. Muchas veces incluso sentimos que estas aguas turbulentas nos pueden ahogar.

Pero el diluvio vino a limpiar la tierra y purificarla, y quienes no querían que las corrientes tumultuosas de las tentaciones y preocupaciones del mundo material lo arrastren, solo tenía que subir a la Teiva (arca, pero también en hebreo significa palabra) que son las palabras de Torá y plegaria.

Si logramos, superar estos desafíos ellos nos permiten elevarnos a Hashem a un nivel muy superior, del mismo modo que la aguas elevaron al arca muy por encima de los picos más altos de las montañas.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy