Estimados Lectores:
Esta Parashá leemos el comienzo de nuestro pueblo y el comienzo de la creencia monoteísta con el surgimiento de Abraham y su contacto directo con la divinidad.
Es interesante que los primeros 75 años de vida de Abraham pasen casi inadvertidos, y recién se empieza a hablar de Abraham cuando recibe la orden divina:
Dios le dijo a Avram: “Vete de tu tierra, de tu lugar de nacimiento y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré.”
Este versículo encapsula el primer contacto divino con nuestro patriarca. Abraham fue el primero y el pionero, como todo pionero es el que marca el camino a los que vendrán.
Aquí hay un mensaje para todas las generaciones futuras, cuando Hashem le pide que abandone “tu tierra” en hebreo se refiere a la voluntad, ya que la palabra tierra, es similar a ratzón la voluntad, los deseos innatos del hombre, los impulsos animales que tenemos en forma natural. “Tu lugar de nacimiento” hace referencia a los dictámenes de nuestro intelecto, nuestro pensamiento y razonamiento. “Y la casa de tu padre” se refiere a la educación que recibimos en nuestro hogar, en el entorno social en el que nos encontramos.
Para poder llegar a “a la tierra que te mostraré”, la voluntad de Hashem, debemos quebrar y romper con las ataduras de nuestros impulsos, de nuestro intelecto e incluso de nuestro entorno.
Cuando logramos salir de eso podemos saber con certeza que estamos encaminados hacia la voluntad divina.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy
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