Estimados Lectores:
Esta semana en la lectura de la Torá culminamos el libro del Génesis, el primer libro de toda la Torá, y las semillas de nuestro pueblo.
El eje central de la Parashá es el fallecimiento de Iaakov y su último legado a cada uno de sus hijos. Iaakov reúne a todos sus hijos y nietos alrededor del lecho de muerte, y a cada uno en particular le deja una bendición especial.
La bendición tiene la función de sacar el potencial contenido en cada uno de nosotros, cuando alguien nos bendice, genera que aquello que tenemos oculto lo podemos llevar al máximo, y concretarlo en una realidad.
En especial podemos verlo con nuestros hijos, o con la gente que tenemos a nuestro alrededor y nos admira. A veces solo hace falta encontrar cual es la capacidad oculta de ellos para poder despertarla y llevarla al máximo.
Cada persona es distinta, única e irrepetible. Cada uno tiene capacidades, talentos y creatividad oculta que está esperando ser despertada. Iaakov nos enseña que debemos potenciar a quienes tenemos cerca y darles la fuerza para que logren su máximo potencial.
Pdta: Este Shabat, con la ayuda de Hashem, voy a estar en Jerusalem. Voy a tener en mente en el Muro de los Lamentos a cada uno de los lectores, para que cada uno pueda concretar sus deseos ocultos y para que cada uno de ustedes lleguen a explotar le máximo de potencial que tienen.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy
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