Pregunta:

¿Por qué la shiva, el período de duelo para la tradición judía, dura siete largos días? (si bien es cierto que la palabra shiva en hebreo significa “siete”, la pregunta apunta a saber específicamente por qué son siete días).

Respuesta:

Antecedente histórico

Transitar el duelo durante siete días es una costumbre milenaria que se remonta incluso a antes de la entrega de la Torá. Leemos en el Génesis que cuando Iaacob falleció, su hijo Iosef “ordenó siete días de duelo por su padre”.1

E incluso antes de la Gran Inundación, Di-s le dice a Noaj: “En otros siete días haré llover sobre la Tierra”.2 ¿Por qué la tardanza? Los sabios del Talmud explican que Di-s estaba esperando que concluyeran los siete días de duelo por la muerte del abuelo de Noaj, el justo Matushelaj.3

¿Por qué siete días?

El Talmud explica que al igual que cuando llega el momento de regocijarnos durante las festividades de Pésaj y Sukot, momentos en los cuales la Torá nos convoca a festejar durante siete días, del mismo modo, cuando es tiempo de duelo, transitamos el luto durante siete días. La conexión entre ambas cosas es referida en el versículo de Amos4 en el cual Di-s advierte: “convertiré sus festividades en duelo”.5

Aunque existen fuentes bíblicas concretas respecto de la idea de transitar el duelo durante siete días, muchos consideran que esto6 fue establecido por Moshé.7 El Talmud de Jerusalem declara que “al igual que Moshé estableció siete días de regocijo luego del casamiento (sheva berajot), también proclamó siete días de luto (shiva)”.8

Las almas también están de luto

El período de luto no sólo lo transitan los familiares del difunto durante siete días. El Talmud nos relata que el alma de la persona también realiza el duelo sobre su propio cuerpo durante siete días.9 Rabi Shmuel Eidels (1555-1631), conocido como el Maharshá, explica que el alma entra en luto porque el cuerpo era el que estudiaba Torá y hacia mitzvot junto a él, y aun así el destino del cuerpo será ser enterrado´, mientras que el alma asciende a los cielos.10

El relato místico

Sin embargo, el duelo no debe extenderse. Nos está prohibido prolongar el duelo por más tiempo que los siete días indicados, ya que creemos que la muerte es sólo temporal. En última instancia, nuestro cuerpo y nuestra alma se reunirán cuando Di-s haga resurgir a los muertos.

Los místicos explican que, en general, el número siete es una unidad completa de tiempo que simboliza el orden natural de las cosas (por ej., tenemos siete días de la semana y un ciclo de shmitá de siete años). El número ocho, sin embargo, corresponde a aquello que está por sobre el orden natural (por ello la circuncisión se realiza a los ocho días).11 Este concepto de “ocho”, aquello que excede lo natural, será revelado durante la redención y resurrección de los muertos, tal como lo anuncia el profeta Ieshaiahu: “Tragaré a la muerte para siempre. Y el Señor Eterno enjugará las lágrimas de todos los rostros”.12 Es nuestro deseo que esto ocurra pronto, en nuestros días.