Estimados Lectores:
Nos encontramos prácticamente en las vísperas de Rosh Hashana, este sábado por la noche damos comienzo a la lectura de las Selijot (plegaría de pedido de perdón, según la costumbre sefaradí ya se comienza con la lectura del Selijot desde el comienzo del mes de Elul).
Uno se pregunta ¿Qué sentido tiene establecer una fecha al año para pedir perdón? ¿Acaso el perdón y las disculpas para ser sinceras no deben salir del corazón? ¿Es posible ser espirituales y reflectivos solo con el pasar de un día en el calendario?
La respuesta es, NO. No es posible autoimponernos un día al año y esperar que automáticamente en nuestro corazón afloren sentimientos de arrepentimiento y contrición. Entonces ¿Por qué lo hacemos?
Lo mismo podemos preguntarnos de dos de las más esenciales mitzvot del judaísmo son “Amaras a tu prójimo” y “Amaras a Di-s”. Muchos también se debaten la eficacia de una orden de amar. ¿Acaso uno puede obligarse a amar algo?
Los comentaristas dicen al respecto: Uno debe generar todo el contexto para que el amor surja. Recitando el Shema todos los días, meditando la magnitud de Hashem y como me envía su bendición diaria, con el tiempo este amor empieza a surgir y si uno se ocupa de cuidarlo y regarlo este amor perdura.
Así también en el mes de Elul y los días solemnes de Rosh Hashaná y Iom Kipur, nos sirven para “frenar la pelota”, pensar cual es nuestra situación espiritual, hacia donde estamos yendo y que queremos lograr en el futuro, y si vemos algo que necesita corrección lo enmendamos y si algo se está marchitando lo regamos. Del mismo modo que cuando uno hace refacciones en su casa, anota cada cosa que necesita ser reparada antes de llamar al fontanero.
Pero además Di-s revela sus 13 atributos de misericordia y les deja flotar a nuestro alrededor, impregnándonos de un halo de santidad y allanándonos el camino a la reconexión con nuestro padre celestial.
Por eso los últimos 12 días hasta Rosh Hashaná son propicios para la reflexión y el autoanálisis, y el día de Rosh Hashaná es el día para enmendar las fallas y tomar decisiones correctas para el futuro.
¡Shabat Shalom y ya podemos decir Shana Tova!
Rabino Eli Levy
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