Estimados Lectores:
En la parasha de la semana leemos sobre la partida del mar, quizás el evento más emblemático y representativo de todo el Éxodo de Egipto.
Muchos preguntan ¿Era necesario partir el mar? ¿No había otro método más práctico para cruzar el mar?
El jasidut nos explica que la partida del mar encierra un fuerte simbolismo. El mar oculta todo lo que hay debajo de su superficie, a pesar que hoy en día sabemos que hay más vida en el fondo del mar que en la faz de la tierra, de todos modos todo eso aparece oculto al ojo humano. El mar representa al mundo del oculto, de lo desconocido, mientras que la tierra seca representa al mundo revelado.
Al partirse el mar se unificaron los dos mundos, el fondo del mar quedo expuesto al ojo humano, los secretos nunca vistos desde la creación del mundo por ningún hombre ahora eran visibles.
Hashem quería mostrarles a los hijos de Israel todos sus secretos, les revelo lo más profundo de su esencia y después lo volvió a ocultar, el mundo místico y el mundo físico se fusionaron aunque sea por un instante.
La partida del mar era necesaria para preparar al pueblo a la entrega de la Torá, Di-s les mostro como sería el mundo en la Era Mesiánica, como a través de cumplir la Torá podríamos revelar lo secretos más profundos de la existencia.
Como detalle interesante, en nuestra generación por primera vez en la historia de la humanidad tenemos acceso a las profundidades del mar, sin duda que esto refleja la cercanía al momento en que “El mundo esté lleno de conocimiento de Hashem como las aguas cubren al mar” (Habakuk 2:14), con la pronta llegada del Mashiaj.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy
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