La reina Ester, la protagonista de la historia de Purim, es considerada una de las grandes mujeres judías de la historia. Su increíble historia de vida contiene lecciones que se aplican a todos nosotros.

He aquí nueve lecciones prácticas de vida que podemos aprender de ella:

1. Cree en tus poderes ocultos.

En hebreo, Ester significa "oculto". Al principio, ella mantuvo oculta su identidad judía en el palacio del rey persa. Tampoco perdió las esperanzas cuando parecía que la protección de Di-s al pueblo judío estaba oculta. Incluso cuando Ester estuvo aislada en la oscuridad, ella recurrió a sus fuerzas y a su coraje para generar un impacto, y sus acciones finalmente salvaron al pueblo judío. Nosotros también podemos activar nuestros poderes ocultos y transformar por completo lo que sucede.1

2. Abraza tu destino

En un primer momento, Ester trató de esconderse de los guardias del rey Ajashverosh para evitar casarse con él, pero al final no pudo eludir lo inevitable. Cuando se convirtió en reina, Mordejai, el líder de los judíos en aquel momento, entendió que "eso no le habría sucedido a una mujer justa a menos que estuviera destinada a rescatar a su pueblo [por ese medio]". Di-s nos ubica donde debemos estar para poder completar la misión de nuestra vida.2

3. Deja que brille tu belleza interior

Cuando las pretendientes que se enfrentaban por convertirse en la nueva reina de Ajashverosh fueron llevadas al palacio, se les realizaron largos tratamiento de belleza que incluyeron cuidados físicos y tratamientos cosméticos, pero Ester se negó a esos lujos. En cambio, fue su belleza natural lo que inmediatamente capturó la atención del rey, por encima de todas las demás. Eres tu mejor versión.3

4. Ten principios

Incluso en el palacio, Ester sólo comió comida casher. Y cuando el rey se esforzó por persuadirla para que le confesara su origen (dio una fiesta en honor ella, recortó los impuestos a los ciudadanos y consideró casarse con otra), ella se mantuvo estoica. Deja que tus principios te guíen.4

5. Juntos somos más fuertes

Una de las quejas de Hamán sobre los judíos era que ellos eran "un pueblo disperso y desunido". En respuesta, Ester le dijo a Mordejai que reuniera a todos los judíos. La mejor respuesta frente al odio es la unión.5

6. Cuando estés en problemas, acude a Di-s

Ester entendió que la salvación de su pueblo giraba en torno a su especial relación con Di-s. Rezar a los pies de un rey mortal era una simple fachada detrás de la cual disfrazaban el milagro divino. El verdadero vehículo de su salvación era el arrepentimiento y la oración. Primero alinéate con el Creador, luego con sus creaciones.6

7. Toma la iniciativa

Ester estableció un plan de acción y Mordejai obedeció con diligencia. "El acto es lo más importante", dice el Talmud. Gracias a su liderazgo, Ester salvó a su pueblo y la Meguilá lleva su nombre.7

8. Prepárate para hacer sacrificios

Como reina, Ester no estaba expuesta al decreto de aniquilación, pero de todas formas estuvo con su pueblo. Para hacerse oír, debió acercarse al rey sin haber sido citada: una ofensa capital. Y lo hizo diciendo: "Si muero, muero".8

9. Nunca pierdas la esperanza

Cuando terminó el sufrimiento, Ester pidió que se documentara su historia. ¿Qué quería lograr al contar la historia de Purim? ¿Y cuál es su mensaje para nosotros? De acuerdo a un comentario, el mensaje básico de la historia de Ester es el siguiente: no importa qué tan desesperada pueda parecer tu situación, nunca pierdas la esperanza.9