¿Por qué el castigo al Pueblo de Israel fue 40 años de espera en el desierto? ¿Qué tan grave fue lo que hicieron? Analicemos brevemente lo sucedido.
El Pueblo está a punto de llegar a su objetivo: la Tierra Prometida. Manda espías quienes vuelven con un reporte negativo. Dicen que es imposible conquistar la Tierra. Agregan: “Nos veíamos como langostas, y ¡así nos miraban ellos también!”.
Pregunto: ¿Cómo sabían cómo los miraban los pobladores de la tierra? ¿Cómo sabían que los veían como langostas? En realidad, como “langostas” era como ellos se sentían.
En psicología esto se llama proyección. Es un mecanismo de defensa por el cual el individuo proyecta en otro sus propias inseguridades. Ellos no querían tomar el paso siguiente: la conquista concreta del objetivo. ¿Cuál era su inseguridad que los convertía en “langostas”? El miedo a la realidad.
¿Por qué? Porque en la nube teórica de posibilidades todo es fácil, pero cuando llegas al momento de concretar a tierra vienen los problemas. Llegas a dudar de tus talentos, dudas de ti mismo. Tus preguntas generan miedo al futuro. Hay múltiples variables allí lejos y ciertamente no sabes qué ocurrirá.
Pero la alternativa a no avanzar, es el peor castigo: el trágico paso del tiempo; años sin tomar una decisión, sin concretar tus ideales. Ahora es más entendible la consecuencia-castigo de la actitud del Pueblo. Planificar es más agradable que concretar. Parece ser más cómodo un desierto inhóspito conocido, que una tierra fértil sin conocer.
Nunca sabrás con seguridad qué ocurrirá en el futuro, pero la alternativa es mucho peor. Por tanto, simplemente comienza a HACER y el camino se aclarará. Pero sobretodo confía en ti y confía en D-os que siempre te está guiando a buen destino.
Shabat Shalom!!!
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