Pregunta:

Hace poco tuve una conversación con un amigo cercano que recientemente había perdido a su padre, y cuyos hermanos se estaban ocupando de la división de la herencia. Mencionó que de acuerdo a la ley de la Torá el primogénito recibe una doble porción de herencia. ¿Por qué esto es así? Además, ¿siempre el primogénito hereda el doble, o hay ciertos límites a esta cuestión?

Respuesta:

Has tocado un punto bastante sensible, por lo que te aconsejo que seas delicado con tu amigo al hablar sobre la herencia.

La instrucción de darle al primogénito una porción doble se encuentra en el libro de Devarim: “(El padre) reconocerá al primogénito... dándole una porción doble de todo lo que tiene, porque él es el principio de su vigor; a él pertenece el derecho de primogenitura”.1

En términos prácticos, esto significa que si hay cinco hijos, primero se divide la herencia en seis partes, el primogénito se queda con dos y todos los demás se quedan con una.2

¿Qué es lo que hace al primogénito tan especial para recibir dos partes? Muchos comentarios han ofrecido explicaciones, pero en definitiva la halajá deriva del mismo versículo. (Como verás más abajo, algunas de las razones también se cumplirían para el caso de primogénitas, o de primogénitos de la madre. Sin embargo, el primogénito de la halajá es el hijo mayor del padre).

Amados por Di-s

“Todos los primeros son amados por Di-s”. Así como existe una mitzvá de que las primeras frutas se traen para ser ofrecidas a Di-s (bikurim), de igual modo que el primer animal del rebaño (bejor beheimá), también Di-s tiene un amor especial por los primogénitos, y por eso se les da una parte doble.3

En el lugar del padre

Es el primogénito el que ocupa el lugar del padre y perpetúa su memoria. Fue su nacimiento el que convirtió al padre en tal, el que reveló su latente poder de paternidad.4

Aunque cualquier elaboración más profunda está más allá del alcance de este artículo, esta es una de las razones por las que en general sólo los hijos varones heredaban, porque en la antigüedad eran los hijos los que continuaban el nombre de la familia. El derecho de propiedad se pasaba en general a los hombres, que estaban obligados a mantener a sus hermanas solteras por turnos (excepto si no había hijos varones, en cuyo caso las hijas heredaban, como en la fascinante historia de las cinco hijas de Zelofejad). Sin embargo, como veremos más adelante, hay una manera de incluir también a las hijas en la herencia.

En el lugar de los levitas

Antes, los primogénitos debían dedicar sus vidas al servicio divino en el Templo. Como tomaron parte en el pecado del becerro de oro, se les quitó el servicio del Templo y se lo dio a los levitas, que no tienen una porción de tierra. En su lugar, los primogénitos se quedan con una porción doble, la suya y la de los levitas.5

Abrir el camino

El primer hijo nacido del útero de la madre abre el camino a todos los hijos subsiguientes. La doble porción de herencia es un gesto de gratitud.6

Pautas básicas

Como dijimos antes, las leyes de la herencia derivan de la propia Torá. Es por esto que algunos de los matices de las leyes no cuadran por completo con las explicaciones precedentes.

Este es un resumen de algunas de las leyes básicas relacionadas con la herencia:

Escribir un testamento

Uno puede elegir distribuir sus posesiones de modo que un hijo reciba una porción mayor, siempre y cuando el primogénito reciba el doble que él. Tratar de redactar el testamento de manera tal que el primogénito no reciba el doble está prohibido por la Halajá. Sin embargo, está permitido “obsequiar” las posesiones antes de morir, incluso si luego queda poco para que el primogénito reciba su doble porción. (Los obsequios pueden usarse también para darles una parte a las hijas).

Sin embargo, uno no debería obsequiar todas sus posesiones, para que las reglas de la Torá que respectan a la herencia se apliquen al menos para una porción de la misma y no sean ignoradas por completo.7

Si tenemos esto en cuenta, debemos recordar que escribir un testamento acorde a la ley judía es algo diferente que hacerlo acorde a la ley secular, y debería hacerse con la ayuda de un rabino experto en estas leyes.

El primer hijo del padre, nacido de manera natural

El hijo mayor debe haber nacido de manera natural para recibir la doble porción. Si nació por cesárea, ni él ni ninguno de los hijos subsiguientes es considerado primogénito.8 Sin embargo, a diferencia del requisito para el pidión habén, un aborto espontáneo previo no descalifica al primogénito para recibir la doble herencia.9

Además, el primogénito no tiene por qué ser el primer hijo de la madre. Siempre y cuando sea el primer hijo de su padre,10 nacido con el padre en vida,11 se lo considera el primogénito para las leyes de herencia.

La herencia del padre contra. la herencia de la madre

El primogénito hereda el doble sólo de los bienes de su padre, no de los de su madre. Cuando de la herencia de la madre se trata, el primogénito es considerado de igual manera que todos sus hermanos.12

En la práctica, esto significa que si el padre y la madre fueron copropietarios de un patrimonio conjunto y el padre murió primero, el primogénito hereda una doble porción sólo de la mitad que corresponde al padre, no de la mitad de la madre.

Restricción importante

Al primogénito sólo le corresponde una porción doble de los bienes que fueron mujzak, es decir aquellos que estaban en efectiva “posesión” del difunto al momento de su muerte. Los bienes que estaban en posesión potencial (rauy) pero no efectiva (como préstamos no cobrados para los que no se hubiera tomado una garantía) se distribuyen de manera equitativa entre los herederos.13

Esta última regla tiene un gran número de implicancias para bienes tales como cuentas bancarias y acciones. Si bien los detalles van más allá del alcance de este artículo, muchas autoridades creen que debido a detalles técnicos de cómo funcionan en realidad las cuentas bancarias, la mayoría es considerada sólo rauy: en posesión potencial, pero no efectiva. Es por esto que, en muchas instancias, todo dinero dejado en una cuenta bancaria se dividirá de manera equitativa entre los herederos, y el primogénito no recibirá una parte doble.14

En conclusión

Como podrás ver, las leyes de herencia pueden volverse complejas, por lo que es importante consultar con un rabino calificado para asegurarse de que todo se haga de acuerdo a la ley judía.

Aunque se trata de un momento cargado de emociones para los hijos del difunto, también puede ser una oportunidad para los hermanos de acercarse los unos a los otros mientras se ocupan del legado de sus padres. No hay mayor placer para las almas de los difuntos que ver a sus hijos viviendo juntos en paz y armonía. Y la bendición de Di-s descansa allí donde hay paz.15