Estimados lectores:

Estamos en los días que van de Iom Kipur a Sucot. En la tradición, estos cuatro días son comparados con las cuatro letras del nombre de Hashem y están colmados de buenas acciones, nos ocupamos de conseguir las cuatro especies, construir la sucá, invitar a nuestros amigos y familiares para la próxima fiesta.

Pasamos sin escalas del día del temible juicio a la máxima alegría de Sucot. Esto puede sonar un poco esquizofrénico, pero en realidad responde a una sincronía perfecta. Cuando culminamos el juicio de Iom Kipur tenemos la profunda certeza de que Hashem nos otorgó un año colmado de bendiciones y abundancia. Esta seguridad y alegría es la que permite que las bendiciones se concreten y bajen del plano potencial al plano terrenal y concreto.

La mitzvá de la sucá es la única en la que nuestro cuerpo íntegro participa. Con las cuatro especies atadas en un ramo, representamos a cada tipo de judío y pedimos que nuestro pueblo sea uno a pesar de las diferencias, ya que la verdadera alegría proviene de la unión.

Por eso, aprovechá este Sucot para llenarte de alegría, de unidad y de amor al prójimo. Acercate a tu Beit Jabad más cercano para cumplir con la mitzvá de comer en la sucá y decir la bendición sobre las cuatro especies.

¡Shabat shalom y jag sameaj!

Rabino Eli Levy