Cuando Di-s le enseñó a Moshé las leyes de pureza espiritual, Él le dijo tanto la manera como cada tipo de contaminación es contraída, cómo es su único y exclusivo proceso de purificación. Cuando Di-s retransmitió las leyes de la persona que se vuelve impura por medio del contacto con un cuerpo muerto, el rostro de Moshé empalideció. “¡Dueño del Universo!” exclamó, “Si uno se contamina de esta forma, ¿Cómo puede purificarse?” (Midrash)
Este Shabat leemos sobre el proceso de purificación de la Vaca Roja. Hay muchas formas de impureza espiritual, variando en gravedad. El tipo más severo de impureza se contrae a través del contacto con un cuerpo muerto. En los tiempos de antes, para poder permitirse el acceso al Templo Sagrado, alguien que contraía esta impureza debía ser purificado por medio del salpicado de agua mezclada con las cenizas de una vaca roja. Leemos esta porción ahora, como preparación al ayuno que precede a la festividad de Pesaj; nos recuerda la necesidad de adquirir pureza espiritual que nos garantice la entrada al Templo durante la festividad próxima.
Cuando Di-s le enseñó a Moshé las leyes de pureza espiritual, Él le dijo tanto la manera como cada tipo de contaminación es contraída, cómo es su único y exclusivo proceso de purificación. Cuando Di-s retransmitió las leyes de la persona que se vuelve impura por medio del contacto con un cuerpo muerto, el rostro de Moshé empalideció. “¡Dueño del Universo!” exclamó, “Si uno se contamina de esta forma, ¿Cómo puede purificarse?” (Midrash)
La Torá es eterna. A pesar de que ciertas mitzvot, como ser todos los mandamientos relacionados con el Templo, están restringidas a tiempos y condiciones específicas, todos contienen un mensaje que es aplicable para todos en todos los tiempos. En Pesaj, la “Temporada de nuestra Liberación”, buscamos redención personal. Buscamos dirigir lo espiritual y llenar nuestras vidas; liberarnos de nuestro “Faraón interno” que intenta bloquear nuestro camino hacia el Monte Sinaí y nuestro recibimiento de la Torá. Nuestras preparaciones para esta redención comienzan con el servicio espiritual de la Vaca Roja.
Moshé tenía un profundo entendimiento sobre la naturaleza de la muerte, un entendimiento que lo llevó a su asombro frente al prospecto de cualquier tipo de purificación para una impureza que se contrae por un cuerpo. “Pero tú que te adhieres al Señor tu Di-s estás vivo, todos ustedes, este día”. Di-s es la fuente de toda vida; por lo tanto, todo el que está conectado con Él está vivo. Por eso, es que nuestros Sabios nos dicen “Gente justa, incluso luego de su fallecimiento, son considerados vivos. Gente malvada, incluso cuando están “vivos” son considerados muertos”.
La impureza que se contrae a través de la asociación de un cuerpo es tan grave, ya que es una metáfora para uno que se ha cortado completamente de su línea de vida, una persona cuya vida está totalmente desprovista de propósito Divino. ¡Incluso Moshé no podía imaginar un proceso de purificación que pueda contrarrestar tan grave impureza! Pero, como Di-s gentilmente le explicó a Moshe, la vida luego de la muerte sí existe. Al seguir el procedimiento de la Vaca Roja, la persona inanimada espiritualmente puede comenzar a disfrutar de una vida plena, rica en propósito y sentido.
La exclusividad de la Vaca Roja, su cualidad que permite imbuir vida dentro de una carcasa espiritual, es su absurdo: es una Mitzvá que no tiene ningún sentido. Cuando el Rey Salomón, el hombre más sabio de todos, reflexionó sobre esta Mitzvá, exclamó; “Yo dije “me convertiré en sabio”, pero esto va más allá de mi”. Muchas Mitzvot son difíciles de comprender, pero está realmente se lleva la torta.
Uno que está totalmente separado de su fuente Divina sólo puede restablecer la conexión a través de su total entrega a Di-s. Esta entrega incluye seguir a Di-s rigurosamente, ya sea si es conveniente, cómodo, sensible o no. El intelecto finito humano ciertamente no es un vehículo con el cual uno pueda conectarse con el Di-s infinito.
La redención de Pesaj es accesible para todos. Sin embargo, primero uno debe volver a conectarse con nuestra fuente de vida a través de internalizar la enseñanza de la Vaca Roja.
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