Durante los últimos 2000 años nuestro pueblo ha estado enfocado en un sueño particular. La expectativa de su realización ha alcanzado su punto cúlmine en los últimos años, luego de que el Rebe de Lubavitch dictaminara que la era de la redención se avecina y que debemos multiplicar nuestros actos de bondad y amabilidad para ser meritorios de recibir a nuestro redentor.
“Si esto es así”, preguntan muchos, “¿dónde están los indicadores de la llegada del Mashíaj?” ¿Nuestra generación parece, al menos, más “mesiánica” que las anteriores? ¿La mano de Di-s es más visible hoy que en épocas pasadas?
A una persona que está en el medio del monte, “los árboles no le dejan ver el bosque”. Esto también se aplica en el caso de la redención: las señales de la redención son tan evidentes, están tan integradas a nuestra vida, que muchos de nosotros no podemos notarlas.
El Talmud y el Midrash están repletos de fantásticas leyendas sobre la tan esperada era mesiánica. Podemos suponer con seguridad que en las generaciones pasadas muchas de estas predicciones eran consideradas mitos improbables, productos de una imaginación excesivamente activa. Sin embargo, a lo largo del último siglo, muchas de estas leyendas dejaron de estar relegadas al campo de lo imposible. En la generación previa a la llegada del Mashíaj, Di-s ha permitido que la ciencia moderna le allanara el camino hacia ese día especial.
Examinemos algunas de las profecías bíblicas y afirmaciones del Midrash respecto de la era mesiánica:
● “El Mashíaj le enseñará la Torá a todo el pueblo, a los más sabios y a los más simples”. Años atrás esto era inconcebible. ¿Cómo puede una persona, por más importante que sea, enseñarle la Torá a millones de personas? Hoy, con todos los medios de comunicación que cada uno tiene a su disposición, es muy sencillo concebir un escenario en el que eso sea posible. Teléfonos y teléfonos inalámbricos, radio y radio satelital, televisión y televisión satelital, y lo más importante, la aparición de internet, que ha hecho que sea fácil para una persona comunicarse con el mundo entero. El Mashíaj, el bloguero consumado: ¡ahí tienes una buena idea!
● En la era mesiánica “no habrá guerra ni conflicto porque todas las exquisiteces serán tan comunes como hoy lo es la suciedad”. En tiempos pasados, no existía civilización que no tuviera montones de ciudadanos extremadamente pobres con malnutrición permanente, y que la gente se muriera de hambre no era algo extraño. Hoy, en Estados Unidos, así como en muchos otros países desarrollados, se ha demostrado a lo largo de varias décadas que no es necesario que nadie muera de hambre. La persona desfavorecida promedio de la sociedad actual vive en condiciones mucho mejores que una persona pudiente del 1800. Hay tomates y pepinos en su refrigerador sea verano o invierno, sus hijos pueden ir a la escuela y su casa permanece fresca durante los meses de verano. El sistema no es perfecto —¡si lo fuera, no necesitaríamos al Mashíaj!—, pero ya es posible imaginar el día en el que todas las personas reciban realmente los cuidados que necesitan. Los recursos existen y contamos con los medios para transportarlos por el mundo, adonde sea que se los necesite.
● “Los [judíos] volarán [a Israel] en nubes celestiales”. ¡Otra profecía que era considerada mítica antes de que los hermanos Wright empujaran un poquito a nuestro mundo hacia los tiempos del Mashíaj!
● Por último, pero no por eso menos importante: en los años recientes, la posibilidad de resucitar a los muertos, el “cuento de hadas” más importante de todos, casi se ha vuelto una realidad. Todos hemos visto en Jurassic Park criaturas de un pasado distante traídas a la vida a través de la clonación. Es cierto, los científicos dicen que la tecnología actual aún no permite semejantes avances, pero pareciera que va a ser posible en un futuro no muy lejano. Nuestros sabios hablan del minúsculo hueso luz de la columna que se usará para hacer renacer a todos los judíos de todos los tiempos, y hoy podemos entender cómo el ADN que está dentro de un hueso microscópico puede ser usado para traer a una persona de vuelta a la vida.
Si una persona que vivió hace 150 años fuera traída hoy de vuelta a la vida para ser testigo de las maravillas que la ciencia moderna ha descubierto en el marco de la creación de Di-s, estaría segura de que el Mashíaj ya ha llegado. Ahora es tiempo de que nosotros veamos esta realidad y nos preparemos para ese momento especial. ¡No hay dudas de que seremos quienes experimenten la concreción del mayor sueño de todos los tiempos!
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