Pregunta:

Me han dicho que parte de ser una mujer judía observante implica vestir con recato. Sin embargo, me confunden mucho los parámetros de qué es recatado y la manera en la que se establecen. No veo que la Torá diga mucho sobre esto. ¿Qué significa vestir con recato?

Respuesta:

Aquí tienes un resumen de cómo se determina el recato en la forma de vestir de las mujeres. Hay tres categorías de normas en lo que respecta a la vestimenta: dat Moshé, dat iehudit y minhag hamakom.

Dat Moshé significa “la ley de Moshé”, y se refiere a normas que se desprenden directamente de la Torá. El único aspecto del recato que encaja en esta categoría es el hecho de que una mujer casada debe cubrir su cabello. Derivamos eso de Bamidbar 5:18, donde el texto implica que, para una mujer casada, el cabello no cubierto es una deshonra. Como se menciona en la Torá, está institucionalizado de manera permanente, es decir, no está sujeto a cambios. Incluso aunque todas las mujeres judías casadas del mundo anduvieran sin el cabello cubierto, esta regla se mantendría.

Dat iehudit, “la ley de la mujer judía”, es fascinante. Se refiere al parámetro de vestimenta recatada que es aceptado por la comunidad judía. Los parámetros que adoptan las mujeres judías observantes cobran el estatus de ley. El aspecto único de esto es que no hay ninguna otra norma que dependa tanto de las decisiones humanas. Di-s no dice: “Sólo confía en tu sentido innato de lo casher y estarás bien”. Pero esto es exactamente lo que nos dice con respecto al recato. “He creado a las mujeres con un sentido innato del recato, y yo sé que puedo confiar en que ustedes lo expresarán en su manera de vestir y en su comportamiento”.

A diferencia de dat Moshé, algunos aspectos de dat iehudit varían según el lugar y la época. Los códigos que se aceptaban en España hace 1000 años y en Polonia hace 600 años son diferentes entre sí y diferentes a los de ahora. Incluso hoy encontrarás diferencias entre los diferentes lugares. Sin embargo, algunas reglas básicas nunca cambian, y parece que aquellas que están mencionadas de forma explícita en el Talmud están entre ellas, como por ejemplo la regla de no llevar los muslos descubiertos.

Por otro lado, hay algunos aspectos que no aparecen en ninguna de las fuentes anteriores: cosas que simplemente nunca fue necesario decir hasta nuestros días. Al parecer, durante la mayor parte de nuestra historia, ha sido suficiente con decir: “Vístete y actúa igual que las buenas mujeres judías”. Las mujeres simplemente lo sabían.

Esto nos trae a minhag hamakom: “la costumbre local”. Si vives en una zona en la que todas las mujeres judías observantes adhieren a un cierto código o norma de vestimenta, tienes que seguirlas. Es una falta de respeto hacia la comunidad salirse abiertamente de la norma, así como también refleja una evidente falta de recato. Hoy hay pocos lugares que sean homogéneos en lo que respecta a vestimenta, pero si te encuentras en uno de ellos, debes ser respetuosa de sus parámetros. Ten en mente, sin embargo, que minhag hamakom sólo funciona para subir el nivel de los estándares, no para bajarlo. Si llegas a un lugar en el que todas las mujeres son, desafortunadamente, descuidadas con su parámetro de dat iehudit, entonces depende de ti dar el ejemplo y señalar el camino para volver a poner en forma a esa comunidad.

Todo esto tiene aplicaciones sumamente prácticas. Para algunas de ellas, así como para ahondar en lo que es el recato y su forma de preservar la dignidad femenina, sugiero comenzar por aquí.

Srta. Malkie Janowski

Fuente:

Tratado de Berajot 24a; Tratado de Ketubot 72a; Rambam, Hiljot Ishut, 24:12; ver explicación de dat iehudit en Shulján Aruj, Even Haezer 115; sobre minhag hamakom, ver Tratado de Pesajim 50a.