Un doctor sabio dijo:

“El único remedio que necesitas es el amor.”

Alguien le preguntó: “¿Y si no funciona?”

El doctor respondió: “¡Entonces necesitas una dosis más grande!”

Este lindo mensaje llegó a mi celular hoy temprano y no pude dejar de pensar en él. ¿Es verdad que la mejor medicina es el amor? Por un lado, si usted está realmente enfermo, espero que no escuche este consejo ¡y vaya al médico! Estoy seguro que el creador de este mensaje no estaba intentando convencernos de otra cosa. Todo lo que estaba intentando decir es que el amor es la cosa más importante en la vida.

Pero, ¿lo es realmente?

Cuando la gente contactaba al Rebe por desafíos en su avodat Hashem (servicio a D-os), muchas veces él sugería que estudien una parte del capítulo 41 del Tania del Alter Rebe con comienza como sigue:

Sin embargo, (la persona) debe tener permanentemente en mente cuál es el comienzo del servicio [Divino], así como su núcleo y raíz... no basta con despertar solamente el amor para “hacer el bien”, sino que, al menos, debe despertar primero el temor natural que se encuentra oculto en el corazón de cada judío para no rebelarse contra el Supremo Rey de reyes.

¡Guau!

El “comienzo, núcleo y raíz” de nuestro servicio divino no es el amor. Es el temor. O quizás lo podemos definir un poco diferente: restricción. No enfocarse en lo que hacer, sino pensar en lo que no hacer. Poner límites, conocer donde no podemos ir antes de explorar donde podemos y debemos ir.

Piense sobre uno de los momentos más emocionantes en la vida judía. El momento en que dos almas se unen bajo la jupá, comenzando una nueva vida, agregando otro eslabón a la hermosa cadena del Pueblo Judío.

Usted esperaría que hablen de amor, sobre “hasta que la muerte nos separe.” Pero no. Cuando el novio se dirige a la novia, habla de kidushín, “santificación”, que en realidad significa que esta unión va a ser exclusivamente para ellos. Porque para que sea verdaderamente mía, se necesita que realmente no sea de nadie más.

Volviendo al mensaje de Internet. Parece que la afirmación del doctor que todo lo que necesitas es amor está equivocada, y quizás incluso sea la fuente de muchas frustraciones. Muy a menudo, nos enfocamos en el amor, con muchas esperanzas, pero olvidamos hablar sobre la auto restricción.

Todos amamos a D-os. Y a nuestros cónyuges. Y a nuestra familia y amigos. O por lo menos deberíamos. Pero cuando pensamos sobre esas relaciones, deberíamos empezar a pensar también sobre los límites, lo que no. Será como decirle a D-os que no solo lo amamos, sino que vamos a intentar realmente de evitar cualquier cosa que Él no quiere que hagamos. Y decirle a nuestro compañero de toda la vida que intentaremos evitar cualquier cosa que pueda dañar nuestra relación. Y decirle a nuestros hijos que ellos son nuestra primera prioridad, más alta que nuestros trabajos y pasatiempos, y que si alguna vez tenemos que elegir. los elegiremos a ellos primero.

Los límites crean seguridad, lo que permite que la relación eche raíces.

Creémoslos y respétemoslos