Esta semana leemos sobre la bendición sacerdotal, Birkat Kohanim.
¿Cómo es posible que una persona puede bendecir al pueblo entero? ¿Solo los Kohanim pueden bendecir?
El poder de dar una bendición surge de Hashem. Es la fuente de toda bendición.
Pero, para que esa bendición baje del plano potencial al plano real y concreto, debemos expresarla con la palabra.
En el momento de la bendición sacerdotal, tanto en el antiguo templo de Jerusalén como en la actualidad, todos están receptivos mirando hacia los kohanim, ellos se concentran y piden que Hashem envié la bendición al pueblo.
Para que las cosas ocurran, debemos pedirlo, debemos quererlo y verbalizarlo en forma pública para que se concrete la beraja de Hashem.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy
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