En primer lugar, ¡Felicitaciones! Está a punto de recibir un nuevo título, "suegra", y ese título honorífico trae muchas alegrías a su paso, incluso si precisa hacer algunos ajustes menores (OK, mayores).

Aquí hay algunas herramientas para ayudarle a superar los baches de la nueva avenida por la que transitará.

1. No caiga en el estereotipo.

Hay muchas suegras y nueras que se llevan maravillosamente bien. Puedes ser una de ellas. Recuerde a Rut cuya devoción por Naomí no tenía paralelo, y a Moisés, que tenía una gran relación con su suegro. Si bien es cierto que se supone que los hombres se conectan con sus esposas, no obstante no están exentos de la mitzvá de honrar a los padres. Su nueva nuera también está obligada a honrar a sus suegros, aunque no en la misma medida en que ella debe honrar a sus propios padres. No obstante, ten fe que has criado bien a tu hijo, él hará lo correcto y se asegurará de incluirte en su nueva vida.

2. Dar de forma altruista.

Cuando te convertiste en madre, tu función era proveer infinitamente a tu nuevo bebé. A medida que pasaron los años, tu hijo creció y aprendió a corresponderte el amor y la entrega. Utilice los primeros años brindando lo que pueda a la nueva pareja, emocional o materialmente, sin exigir nada a cambio, y aprenderán a corresponder a su amor, siempre y cuando no los haga sentir obligados.

3. Tome las cosas un día a la vez.

A medida que la relación se afianza mejor, cuando su hijo y su nuera vayan sintiéndose cómodos en su flamante relación, los espacios cambiarán y la dinámica se modificará a medida que todos crezcan en sus nuevos roles. Cómo es hoy la relación, no estipula cómo será mañana.

4. Sea agradecida.

La vida es dinámica y esperar que las cosas sigan igual no es realista. Esta es una etapa normal en la vida de su hijo, lo mismo que aprender a caminar, hablar y leer. Todos esos eventos lo fueron haciendo más independiente de ti y fueron pasos necesarios para que pueda convertirse en su propia personalidad. (Créeme, estarías más devastada si él no estuviera dando este paso). Agradece que hayas vivido para ver este día y anticipa los cambios a seguir. Cuando sabemos qué esperar, es más fácil de aceptar.

5. Sea realista.

Si bien todos queremos que nuestros hijos se casen con alguien amable, hermosa, rica y simpática, nadie es perfecto (ni siquiera su precioso hijo). Todo el mundo ingresa al matrimonio con defectos y un bagaje en particular. Céntrate en las virtudes de tu nueva nuera y trátala como si fuera una princesa. Porque ella es hija del “Rey”.

6. Expande tus horizontes.

Estoy seguro de que antes de que naciera tu hijo, tenías otros intereses. Este sería un buen momento para volver a ellos o encontrar nuevos. Anótese en la clase de Torá que siempre quiso tomar, vaya de vacaciones, dedique más tiempo a sus relaciones con amigos o con sus otros hijos.

7. Anime a su hijo a ser un buen marido.

Pídale que dedique tanto tiempo como le sea posible para hacerla feliz a su esposa. Es una regla general que un hogar puede ser tan feliz tal como la esposa. Por eso, cuando la Mishná (Ioma 1: 1) habla de una esposa, la llama el hogar.

8. Fortalece tu carácter.

Ser una suegra es una excelente manera de trabajar en tus Midot (rasgos de carácter). Haga un esfuerzo para mantener una relación positiva con su nuera, sin ser impetuosa. Aproveche esta oportunidad para fortalecer su paciencia, moderación y buena voluntad.

9. Hable positivamente.

Nunca hable mal de su nuera o de su familia con su hijo (o con cualquier otra persona). Además de estar prohibido el chisme, provoca discordia entre la pareja. Cuando hay armonía en el matrimonio, la Shejina, la presencia femenina de Di-s, descansa entre ellos, y hay bendición. (Sota 17a)

10. Reza.

Reza muy duro, todo el tiempo. Di-s ama nuestras oraciones y las usa como un conducto para la bendición y la paz.

¡Te deseamos muchas satisfacciones para los próximos años!