El Rabino Benayon cuenta en primera persona su experiencia con la ansiedad
Invadido por estas dudas, decidí consultar con una autoridad rabínica, pero esto no fue de gran ayuda. El rabino me dijo que él no podía elegir por mí, que debía tomar mi propia decisión.
La ansiedad es una distorsión sobre uno mismo, los demás, el mundo y el futuro. Eso significa que los hechos se interpretan de forma irracional, se le dan a los acontecimientos más importancia de la que tienen y se exagera el impacto que causan en nosotros.
La ansiedad no es intrínsecamente negativa. En realidad, cada experiencia de nuestra vida posee un cierto nivel de ansiedad.
En primer lugar, debemos reconocer que la ansiedad no es intrínsecamente negativa. En realidad, cada experiencia de nuestra vida posee un cierto nivel de ansiedad. Algunas situaciones generan un nivel bajo, y otras producen una ansiedad elevada. Pero no siempre es destructiva. De hecho, quiero demostrar cómo, en ciertas ocasiones, faculta al individuo a descubrir un inmenso potencial que yace en lo más profundo de su ser.
A cada paso, los pensamientos de Luis lo llevaban un paso más cerca de la desesperación. Llegó a destino y golpeó la puerta con vacilación. En el momento en que Roberto estaba parado frente a él y antes de que pudiera pronunciar alguna palabra, Luis le gritó con el ceño fruncido y una actitud desafiante: “No necesito tu estúpido gato hidráulico”.
Uno de los mejores consejos que puedo darte es que hagas ejercicio físico. La batalla principal se presenta mientras te colocas las zapatillas y piensas que tienes que salir a la calle, pero créeme, una vez que estés afuera y empieces a caminar o a trotar, la sangre se oxigenará y tu ánimo cambiará de forma radical en cuestión de segundos.
Uno de los factores principales de la ansiedad es el ego. En Psicología, el egocentrismo es la característica que tiene una persona que cree que sus opiniones e intereses son más importantes que los de los demás. Esta clase de persona parte de la convicción de que sus pensamientos deben prevalecer por sobre los de los otros
Aunque el descanso puede desplazar la ansiedad por un tiempo, no es así como se la combate
Todos podemos estar de acuerdo con los beneficios que trae hacer deporte. Sin embargo, quisiera dedicar este capítulo del libro a analizar el tema desde el enfoque de la sabiduría jasídica y tratar de explicar por qué esto es así.
Toda ansiedad surge de un temor o de un miedo. Cuando alguien percibe una amenaza y siente que su bienestar está en riesgo, puede caer de manera involuntaria en un estado de ansiedad. El miedo y el temor son manifestaciones activas del ego.
Nos veremos como si fuéramos el centro del universo; ¡pero no de forma arrogante!
El Rebe escuchó con atención sus pedidos y cuando terminó le dijo con un tono enérgico: “Veo que estás muy preocupado por lo que necesitas de Di-s, pero ¿has pensado qué necesita Di-s de ti?”.
El Talmud expresa que “Del árbol mismo proviene el mango del hacha que tala el árbol”. Es algo similar a lo que ocurre con el antídoto que proviene del veneno.
La alegría se desvanece cuando las cosas no resultan como deseamos. En ese momento, sentimos que se nos quiebra el corazón en mil pedazos, el universo entero se desploma frente a nuestros ojos, sobreviene un instante de inmensa frustración, creemos que se trata del final y que para volver a levantarnos necesitaremos recorrer un camino largo y tortuoso.
Siempre llegamos a la conclusión de que el miedo más poderoso, la base de todos nuestros pesares, es el miedo a la muerte.
Una de las situaciones que más nos enfrenta con este miedo es la de los viajes en avión. Muchas son las consultas que recibo sobre este tema y que, con diferentes matices, expresan las mismas preocupaciones; en ellas, se desliza el inmenso temor a viajar en avión porque es una situación que nos hace sentir vulnerables y estimula el temor a la muerte.