Estimados Lectores:
Moshe estuvo trabajando duro para liberar al pueblo judío de Egipto, finalmente el Faraón los envía al desierto en libertad.
¿Qué hace Moshe? ¿Empaca sus cosas? ¿Mira los mapas para llegar a la tierra prometida?
No, nada de eso. Busca los huesos de Iosef que se encontraban en Egipto, para cumplir la promesa de repatriarlos a Israel.
En el momento que Iosef les pidió a sus hijos que lo llevaran a Israel, éramos poderosos en Egipto, Iosef era virrey, sus hijos y hermanos eran de la aristocracia. Pero cuando Moshe cumplió la promesa éramos un pueblo de esclavos, traumatizados y empobrecidos, buscando la forma más rápida de escapar.
Nadie hubiese reclamado si no se cumplía la promesa, había cambiado el contexto drásticamente, cada minuto contaba, no había ni tiempo para leudar la masa. Pero Moshe elige cumplir con esta promesa.
El respeto que tenemos frente a la palabra empeñada, y más cuando es una persona que ya no está, es una de las cosas más sagradas que tenemos. Este legado nos acompaña hasta hoy en día.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy
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