No importa dónde vivamos en este mundo cada vez más pequeño, parece que todos están pensando en el coronavirus o COVID-19. En el supermercado, cerca de mi casa, me recibieron estantes vacíos, y la mayoría de las personas se abastecían únicamente de lo esencial. Me han dicho que los almacenes de otros barrios están experimentando una escasez similar.
A medida que pasan los días, el número de personas en todo el mundo afectadas por este virus aumenta a un ritmo alarmante. Inclusive, con algunas ciudades enteras en cuarentena.
¿Hay algo que podamos hacer al respecto?
La respuesta judía es: Sí, ¡siempre hay algo por hacer!
Permítame compartir algunos pensamientos y sugerencias prácticas mientras pasamos esta tormenta juntos.
1. Siga las pautas de salud
Por mucho que sea de sentido común, proteger la salud es una mitzvá que debemos tomar muy en serio.
Por lo tanto, siga las instrucciones de los centros de control de enfermedades y sus funcionarios de salud locales. Lávese las manos con jabón. Si sospecha que usted o un ser querido ha sido afectado, comuníquese con su médico.
Y si se encuentra en cuarentena, consiga una buena computadora portátil y un cargador (y prepárese para ver horas de clases de Torá en es.chabad.org).
2. ¿Conoce a alguien en cuarentena? ¡Contáctelo!
Con todo lo que se habla sobre los problemas con la tecnología, quizás este es el momento de que brille.
Si conoce a alguien que esté en cuarentena, ¡comuníquese! El aislamiento durante un largo período de tiempo es difícil para cualquiera. Llame, envíe un correo electrónico o un mensaje de texto amistoso.
Entonces, si es un amigo, un pariente o un compañero de trabajo que necesita quedarse en casa, comuníquese con ellos. Dígales que está pensando en ellos y orando.
3. Revise su mezuzá
La Torá garantiza que cuando un hogar judío tiene una mezuzá en su puerta, el Guardián de Israel se asegura de que el hogar y todos los que viven en él estén protegidos. Ya sea en casa o en el otro extremo del mundo, por el mérito de esa mezuzá, usted tiene la mejor red de seguridad a su alrededor.
Enrollado dentro de un estuche de mezuzá descansa un pergamino con el Shemá Israel grabado por un escriba experto. Con el tiempo y el clima, ese pergamino puede desvanecerse o agrietarse. Es por eso que es costumbre judía revisar las mezuzot del hogar cada pocos años, y especialmente en un momento en el cual se necesita protección.
Si usted no tiene una mezuzá, su rabino local de Jabad puede ayudarlo a obtener una escrita por un escriba calificado. Si tiene una mezuzá, pero no la han revisado recientemente, comuníquese con su rabino local de Jabad y haga que la revise de inmediato.
¿Cuántas mezuzot requiere una casa? Básicamente, una para cada entrada. Su rabino local de Jabad también puede ayudarle a determinar qué puertas requieren una mezuzá y dónde deben colocarse.
4. Tenga fe, no miedo
Sí, la preocupación es real. Pero la verdad es que solo hay Uno que decide lo que nos sucederá, y ese es el Único director del cielo y la tierra. Confíe en que Él es bueno, piense solo en cosas buenas, y las cosas serán buenas.
Dedique un tiempo a reflexionar y verbalizar su fe en Di-s. Ore. Pídale que le proteja a usted y a sus seres queridos. Pídale que envíe sanidad al mundo entero. Luego, tenga plena confianza en que Él escucha cada oración que viene del corazón, y que la suya también será respondida.
¡Un poco de confianza en Di-s también puede tener algunos grandes beneficios secundarios! Mire esto, de la Clínica Mayo:
“La mayoría de los estudios han demostrado que el involucramiento en la religión y la espiritualidad está asociado con mejores resultados de salud, incluida una mayor longevidad, habilidades de superación y calidad de vida relacionadas con la salud”.
Como en la mayoría de las situaciones, el miedo no hace mucho bien a nadie. Incluso una cucharadita de fe, por otro lado, tiene un sorprendente poder curativo.
5. Dar caridad
Isaías, el gran profeta de la paz, comparó dar caridad con ponerse una armadura. Cada contribución que haga, por pequeña que sea, proporciona otro escudo de protección contra cualquier aflicción. Así, también, el libro de Proverbios nos dice que “la caridad salva de la muerte”.
Lo principal no es cuánto usted da, sino con qué frecuencia. Tenga dos cajas de caridad, una para su hogar y otra para su lugar de trabajo. En un apuro, simplemente puede designar cualquier caja como caja de caridad.
Ponga una moneda en la caja todos los días laborables, así como antes del encendido de las velas de Shabat los viernes por la tarde. En su lugar de trabajo, aliente a otros a contribuir también.
¿No usa efectivo? Hoy la mayoría de las organizaciones benéficas recaudan en línea. Incluso hay aplicaciones para dar, incluidas aplicaciones que dirigen fondos a organizaciones benéficas judías. Puede hacerse el hábito de dar a través de una aplicación a diario.
6. ¡Sea infeccioso!
Finalmente, tomemos una página del libro de jugadas de este desagradable virus. Es infeccioso, se está extendiendo, separa a las personas e incluso hace que sospechemos unos de otros.
Entonces, ¡seamos un antivirus! Solo agregando un poco de bondad y amabilidad al mundo, se puede ser infeccioso de una manera positiva.
Usemos las redes sociales para difundir palabras amables, acciones útiles y un poco más de amor y afecto por el planeta. ¡Y que nuestro bien colectivo detenga la propagación de algo negativo!
De parte nuestra en Jabad, esperamos y rezamos por la seguridad y la salud de usted y sus seres queridos. Que el Todopoderoso nos proteja a todos y envíe una curación completa a quienes la necesitan. Y que nuestro mundo encuentre muy pronto la cura definitiva para todas las enfermedades con la llegada de Mashiaj, antes de lo que podemos imaginar.
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