Queridos amigos:

Esta semana leemos en la Torá sobre la recompensa y el castigo del cumplimiento de los preceptos.

A simple vista cuando más importante es el precepto más sería la recompensa, pero la Torá nos dice que todas las mitzvot son importantes y no debemos despreciar ninguna. Pero acá entra la duda ¿Quién define la importancia de una acción?

Escuchamos muchas historias sobre esa pequeña acción que transformó a una persona o generó un gran cambio. Voy a compartirles una que escuche hace poco:

En un frigorífico que contrataba rabinos para faenar animales. Uno de ellos era muy carismático y respetuoso. Se aseguraba de saludar a cada uno de los empleados de la fábrica con una sonrisa cálida, desde el portero hasta el gerente, siempre “¿Cómo estás? Buen día” en un rustico español.

Un viernes al terminar la jornada todos se fueron a sus casas para shabat y todo el fin de semana, quedo solo el portero encargado de la seguridad. El nunca entraba a las cámaras frigoríficas pero ese viernes decidió ir a revisar. Se encontró con el rabino casi congelado que había quedado encerrado en una de las cámaras por error.

Felizmente lo pudieron salvar. Cuando le preguntaron al portero:

-¿Por qué decidiste revisar las cámaras si no era parte de tu rutina normal?

-Siempre recibió cálidamente el saludo de este rabino, este viernes note que no lo había visto salir ya que no me saludó, por eso decidí investigar.

Un simple saludo, una sonrisa, una palabra de aliento, un llamado, una flor, a veces hacen toda la diferencia. No pisoteemos las pequeñas acciones que muchas veces son las más importantes.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy