Rabi Schachter-Shalomi retornó a Nueva York para orar en la tumba del Frierdiker Rebe. Como recuerda: “A mi regreso a 770 me lavé las manos pues venía del cementerio. El Rebe [ Menajem Mendel Schneerson] me vio entrar. Esto fue poco tiempo después del deceso de su suegro así que, por supuesto, todavía no era el Rebe; de hecho, él llevaba un traje gris. Y al verme lavarme las manos antes de entrar al edificio, se dio cuenta de dónde venía, y me dijo: ‘Halevai (ojala)obtengas por lo que has orado.’

”Y yo respondí: ‘si la gente no interfiriese’

”El Rebe me dijo: ‘¿Qué quieres decir?’

”Respondí: ‘Oré por tres cosas. Que tengamos un Rebe, que sea usted el Rebe, y que sea usted bendecido con hijos”.

”En ese momento tomó mi mano y lloramos los dos. Un momento después, dijo: ‘Pero ya tenemos un Rebe. ¿Qué diferencia tiene en qué mundo está?’

”Respondí: ‘¿Por qué Ribonó shel Olam [Maestro del Universo] enterró a Moshé [ Moisés] en un lugar secreto, donde nadie supiera dónde estaba su cuerpo? [Deuteronomio 34:6]. Para que Iehoshúa (Josué) no pudiera enviar gente a la tumba de Moshé’.

”Otra vez, ambos lloramos, y luego me dijo: ‘S’vet zein gut, Reb Zalman’ [‘Todo estará bien, Reb Zalman’]”