Pregunta:
¿El judaísmo cree en los unicornios? ¡Una vez escuché que la Torá dice que realmente existen!
Respuesta:
Sí, creemos en los unicornios. He visto uno. Y apuesto a que tú también.
La Torá relata que los israelitas hicieron un Mishkán, un templo portátil en el desierto. Di-s les ordenó que hicieran una de las cubiertas del techo con la piel de un animal misterioso llamado tajash.1
Nuestros sabios describieron al tajash como un animal del desierto con una piel multicolor impresionante y un cuerno en el medio de su cabeza. El tajash apareció repentinamente cuando se estaba construyendo el Mishkán, luego desapareció sin dejar rastro y nunca más se volvió a ver.2
Hay un mensaje poderoso detrás de esta encantadora descripción. La construcción del Templo es un símbolo de la misión de nuestra vida de crear un hogar para Di-s en este mundo, para moldear nuestras vidas en un santuario donde la santidad pueda habitar.
La vida se compone de muchos momentos fugaces. Los años pasan volando, los días van y vienen, y las oportunidades aparecen y desaparecen —como el tajash—; hoy están aquí y mañana se van.
Cada uno de estos momentos es multicolor, multifacético y multiapariencia. Tenemos días buenos y días no tan buenos. Incluso en un buen día puede haber algunos desafíos, y en un día no tan bueno también hay bendiciones.
Aunque haya tantos colores para el día, solo hay un cuerno apuntando hacia adelante. Todo lo que enfrentamos, todos los días de nuestras vidas, apunta en una sola dirección. Todos estamos aquí por un corto tiempo, para cumplir con nuestra misión de hacer nuestro mundo más amable y feliz. Cada interacción que tenemos, cada experiencia que atravesamos, cada persona que conocemos y cada lugar al que vamos llega a un punto: hacer de este momento un momento sagrado.
Así que has visto el misterioso tajash. Es el hermoso momento que estás viviendo ahora mismo. Pronto desaparecerá. Agárralo por el cuerno.
Únete a la charla