El hermoso himno de 22 versos Eshet Jail, “Mujer de valor”, es un acróstico alfabético que se encuentra en los versos finales del libro de Proverbios.1 Tradicionalmente se canta en muchos hogares judíos el viernes por la noche antes del kidush.

Aunque no lo he visto documentado, parece que, como gran parte de nuestros rituales de los viernes por la noche, esta costumbre se originó con los místicos de Safed, específicamente los estudiantes del rabino Isaac Luria (el Arizal), como una forma de saludar a la Shejiná (Divina Presencia) y la “Reina de Shabat” (como se explica a continuación). Quizás la primera mención de esta costumbre se encuentra en el Sidur de Rabí Yeshayah ha-Levi Horowitz (1565-1630).2

En el nivel más básico, el canto de Eshet Jail se ha convertido en una forma de expresar gratitud a la dueña de la casa porque es el momento más apropiado para cantar sus alabanzas el viernes por la noche, después de que ella trabajó incansablemente para asegurarse de que la Reina de Shabat sea recibida con realeza. De hecho, se sabe que el Arizal besaba las manos de su madre todos los viernes por la noche.3 Algunos siguen la costumbre del Arizal y hacen que los niños besen las manos de su madre los viernes por la noche (esta no es una costumbre de Jabad).

Mujer de valor: de Sara a Batsheva

Mientras que algunos dicen que la “Mujer de valor” se refiere a una mujer genérica digna de alabanza, según un Midrash, Eshet Jail fue compuesta originalmente por nuestro antepasado Abraham como un elogio a su esposa, Sara, y luego incluida en el libro de Proverbios.4 Según otros, fue escrito por el rey Salomón para honrar a su madre, la reina Batsheva, esposa del rey David.5

El Midrash Shojer Tov sobre Proverbios explica cómo los 22 versículos de Eshet Jail corresponden a 19 grandes mujeres judías (los últimos cuatro versículos corresponden a la misma persona) y las lecciones que podemos aprender de ellas.6

Estas explicaciones apuntan a la sencilla razón para recitar Eshet Jail el viernes por la noche: es una forma de expresar nuestra profunda gratitud a la señora de la casa.7 Pero también hay razones mucho más profundas, y uno recita el himno independientemente de su estado civil.

La Shejiná: bendiciones para la próxima semana

Según Rabí Yeshayah ha-Levi Horowitz (el Shaloh), este himno es una metáfora de la Shejiná (Presencia Divina). El acróstico de 22 versos, que recorre todo el alef-bet hebreo, corresponde a los 22 conductos místicos de bendiciones que se abren en Shabat.8

Esto refleja la enseñanza del Zohar de que todas las bendiciones para la próxima semana provienen de Shabat.9 Apropiadamente, en Eshet Jail decimos: “Ella se levanta cuando todavía es de noche; ella da comida a su casa y una parte asignada a sus doncellas”10 — la bendición de la comida para la casa viene de Shabat.

Las 48 coronas de la Torá

La palabra jail (חיל) tiene el valor numérico de 48 (8+10+30=48), correspondiente a los 48 hábitos a través de los cuales se adquiere la Torá. Por lo tanto, Eshet Jail es una metáfora de la Torá, que se dio en Shabat.11

La Reina de Shabat

Los cabalistas explican que la noche de Shabat se conoce como una “reina”,12 también llamada Eshet Jail. Por lo tanto, cantamos Eshet Jail para dar la bienvenida a la Reina de Shabat.13

La novia de Shabat

El Midrash relata que todos los días de la creación fueron creados con un “compañero”. El domingo se emparejó con el lunes, el martes con el miércoles y el jueves con el viernes. Solo Shabat se quedó sin pareja. En respuesta a la queja de Shabat, Di-s respondió que el pueblo judío sería el compañero de Shabat.14 Por lo tanto, cantamos el Eshet Jail el viernes por la noche a la “novia” de Shabat.15

El alma

Eshet Jail se refiere al alma. Puede ser un elogio al “alma animal” (o más específicamente, al “alma intelectual”), a través de la cual el “alma divina” sirve a Di-s durante toda la semana.16

Alternativamente, se dice en alabanza del alma Divina. Habiendo dejado su elevado lugar en lo alto, descendió a este mundo físico mundano. En Shabat, el alma se eleva espiritualmente, y Di-s, junto con la hueste celestial, canta su alabanza: “Una mujer valiente,17 ¿quién la puede encontrar?, su precio es más alto que el de las perlas”.18

Lo mismo

En verdad, todas las explicaciones están interconectadas. Porque es la mujer noble del hogar, más que el hombre, quien hace del hogar un lugar espiritual Divino, un lugar de la Torá, un lugar donde nuestras almas pueden florecer, sirviendo a Di-s en todo lo que hacemos. Como dice el Midrash en relación con Eshet Jail, así como Di-s les dio a los judíos la Torá a través de las 22 letras del alef-bet, también alaba a la mujer judía con 22 letras.19