Estimados lectores:

Hoy es el 22 de Shvat, aniversario del fallecimiento de la esposa del Rebe z´l, la Rabanit Jaia Mushka, de bendita memoria.

Su rol al parecer no fue tan activo en el movimiento, pero todos los jasidim y jasidot del Rebe tenemos presente que era la socia indispensable para que el Rebe haya logrado todo lo que logró.

En una época que se discute tanto el feminismo y el rol de la mujer, no puedo evitar pensar en las mujeres en Jabad, que por un lado mantienen el recato tradicional, pero al mismo tiempo son centrales en la existencia y en el crecimiento de nuestro movimiento.

Sin una mujer que apoya y trabaja codo a codo en los Beit Jabad, no sería imaginable el crecimiento de Lubavitch. Nunca mejor aplicado el famoso refrán: “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer”.

Solemos pensar que una mujer exitosa es solamente la que avanza en una carrera, la que se impone en el mundo académico, comercial, profesional al margen del marido.

En una pareja de Shlujim no hay realmente diferencia entre la “carrera profesional” del hombre y la mujer, es la carrera de los dos, son un equipo en el que los dos se complementan para lograr el objetivo de llevar la bandera del judaísmo y traer al Mashiaj.

Nuestro ejemplo es la pareja del Rebe y la Rebetzn, de ellos aprendemos, a ellos los imitamos.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy