En Rosh Hashaná, se sacan del arca dos pergaminos de la Torá. La lectura en el primer día es la porción de Bereshit 21 que se refiere al nacimiento de Isaac, ya que fue en Rosh Hashaná que Sara, su madre, fue recordada por D-os con la promesa de su nacimiento. Se llaman cinco personas a la Torá. El maftir es leído del segundo pergamino y se refiere al sacrificio especial del día como es recordado en parashat Pinchas. La porción de la haftara es tomada de la plegaria de Jana en Samuel I 2, ya que también a Anna la recordó D-os en Rosh Hashaná. Además, su plegaria forma la base para las nueve bendiciones recitadas en el servicio de Musaf de Rosh Hashaná.

En el segundo día, la lectura de la Torá consiste en la Akedah, la prueba de Abraham cuando se le ordena que sacrifique a su hijo Isaac (Bereshit 22), y de nuevo hay cinco aliot. La lectura del maftir, en el segundo peregrino, es la misma que la del día anterior.

La haftarah en Irmeiahu contiene una narración de la futura redención de Israel, inspirando a la congregación con la esperanza de que la promesa de mérito en el futuro le permita al pueblo de Israel soportar su Día de Juicio inmediato, y salir como los receptores de la Piedad Divina.

Además de esto, la haftarah también contiene la historia del dolor inconsolable de nuestra Madre Raquel por el exilio de sus hijos, y la seguridad que le dio D-os de que su esperanza para su redención sería satisfecha. El hecho de que Raquel también fue recordada por D-os en Rosh Hashaná es otra razón para escoger este pasaje en la haftarah para este día.