Era el 9 de julio de 2016. La comunidad judía de Rosario, Argentina, se había reunido para conmemorar la desaparición física del Rebe de Lubavitch, que según la fecha hebrea, era el 3 de Tamuz y coincidió con Shabat.

Cuando se trata de una fecha especial, la costumbre Jasídica, es realizar un Farbrenguen, para motivar a los asistentes a fortalecer su vínculo con D-os.

Es difícil describir la energía que imperaba en el Beit Jabad. El rabino Shlomo Tawil, Sheliaj principal del Rebe estaba muy entusiasmado, con cada Lejaim, crecía, la inspiración de los presentes, había una hermandad única y un ambiente de gran espiritualidad.

Después de entonar una profunda melodía jasídica, el rabino se volteó hacia Jaim, y con gran entusiasmo le dijo, Jaim, llegó el momento de buscar un hijo varón.

Jaim es un judío jasídico, muy cercano al rabino Tawil y siempre participaba de las actividades de Beit Jabad. El rabino conocía bien su situación; Jaim y su esposa, habían sido bendecidos con dos hijas maravillosas. Él no planificaba tener más hijos por el momento; porque, su situación económica le preocupaba mucho y sentía que sería irresponsable agrandar la familia en esas condiciones.

En cambio, su esposa anhelaba un hijo varón, situación que, causó pequeñas discusiones en su hogar.

El rabino aprovechó la energía de esa noche, para motivar a Jaim y encomendarse a D-os, le aconsejó qué sería un gran obsequio para el Pueblo de Israel tener otro hijo.

Jaim escuchó las palabras del rabino, sin tomar una decisión al respecto, y el Farbrenguen siguió su curso hasta bien entrada la noche.

Pasaron casi tres semanas; era un sábado por la noche, al finalizar la ceremonia de Havdalá, es una costumbre que los asistentes pasaran a un salón de Beit Jabad para ver el video semanal del Rebe.

Se inició el video y unos segundos después el Rebe explicaba la enorme importancia de tener hijos, y que todo judío tenía la misión de poblar la Tierra con almas judías. El Rebe comentó las preocupaciones normales relacionadas al sustento y la manutención de los hijos. Sus palabras eran claras y precisas: “Hay que confiar en D-os”.

Jaim era uno más entre las decenas de personas que estaban escuchando las palabras del Rebe, no había duda de que allí había un mensaje para él. Unos meses después, Jaim le dio la noticia al rabino; su esposa estaba embarazada.

Un año después del Farbrenguen del 3 de Tamuz, la esposa dio a luz un hijo varón. Toda la comunidad celebraba con ellos la maravillosa noticia; y esperaban ansiosamente el Brit Milá.

El Shabat anterior al Brit Milá, el rabino le explicó a Jaim que sería un honor poner el nombre del Rebe a su hijo, especialmente por haber nacido el 3 de Tamuz.

Jaim estaba de acuerdo, pero, mientras que su esposa quería poner el nombre de uno de sus abuelos. Llegó el momento de la ceremonia y, el Mohel comenzó con el ritual.

Cuando llegó el momento de nombrar al bebé, el Mohel declaró, “y será su nombre en Israel… David Eliezer”.

¡Mazal Tov, Mazal Tov!, exclamaron al unísono todos los presentes.

Muchos se sorprendieron de que Jaim y su esposa no le hubieran puesto a su hijo el nombre del Rebe, Menajem Mendel.

Pasaron un par de días y la situación se aclaró. Alguien descubrió que el valor numérico del nombre David Eliezer era exactamente igual al de Menajem Mendel.

Para Reflexionar

En esta anécdota vemos la fuerza y el alcance que posee un Farbrenguen Jasídico. Parecería que las palabras del rabino se habían olvidado, D-os se ocupó de tomar esa energía y darle continuidad. Quizás el video del Rebe sin la recomendación del rabino, no habría sido suficiente para motivar a Jaim.

D-os nos guía en cada paso, y nosotros debemos hacer nuestra parte; cuando un judío toma la iniciativa de realizar buenas acciones, la ayuda de Hashem se suma a ese esfuerzo y marcamos la diferencia.

Sobre el autor

El rabino Shlomo Tawil llegó junto con su esposa y su primera hija Jana, a la ciudad de Rosario, Argentina, el 9 de febrero de 1987, 10 de Shevat, sus actividades religiosas han ido creciendo; y actualmente tiene un Beit Jabad de cuatro pisos, donde ofrece todo tipo de servicio comunitario; Minianim para los tres rezos diarios, Shiurim sobre toda clase de temas judaicos, un comedor para las personas que están pasando necesidades económicas, campamentos para niños, y una Mikve.