Estimados lectores:
Mañana comienza Sucot. Las dos mitzvot de esta fiesta son las cuatro especies y la Suca. Es conocido el simbolismo con los distintos tipos de judíos en su relación al compromiso que tienen con la Torá y las Mitzvot.
El etrog representa al judío que tiene buenas acciones y estudio de Torá, intelectual y activista, tiene buen gusto y buen aroma. El lulav no tiene aroma pero su fruto tiene buen gusto, representa al que se enfoca más en el estudio de Torá, lo opuesto ocurre con el Adas (mirto) que solo tiene buen aroma, por último el arava, que no tiene ni aroma ni sabor. El mensaje es que todos los elementos son indispensables para cumplir la mitzvá.
Cada tanto surge una polémica en las redes sociales por que algún usuario dice cuál es la forma correcta de ser judío. “No es suficiente enojarse con los antisemitas para ser un buen judío, hay que activar en las instituciones” “No alcanza con comer las comidas típicas, hay que estudiar Torá” “De nada sirve ser religioso si no sos sionista”. Las definiciones son variadas, y los llamamos en forma irónica “Sommelier de judaísmo”. Siempre estas declaraciones generan enorme polémica y mucho enojo por parte de otros judíos que se sienten juzgados en su forma de vivir el judaísmo.
El mensaje de Sucot es muy claro:
No importa si sos muy sabio, o muy comprometido con las mitzvot, si te gusta más la cultura, si te atrae más el sionismo, o solo reconoces tu judaísmo cuando hay una amenaza externa de un antisemita, todos somos parte del mismo pueblo y nos necesitamos mutuamente, está claro que cada uno debe tratar de comprometerse más con sus raíces, pero cada uno a su ritmo y sin juzgar el modo de vivir del otro.
Si fueramos todos etroguim, no cumpliríamos con las cuatro especies, nuestras diferencias nos complementan.
¡Jag Sameaj!
Rabino Eli Levy
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