Si alguien le pidiera que elija un símbolo que represente la síntesis del judaísmo, ¿Qué elegiría?
Yo elegiría la letra Alef. ¿Por qué?
Quizás la siguiente historia jasídica lo aclare:
El fundador del movimiento Jabad, Rabí Schneur Zalman, llamó cierta vez a un joven discípulo y le dijo: Yo tengo la obligación de cumplir con el precepto de “las enseñarás [las palabras de Torá] a tus hijos“. Tú tienes la obligación de cumplir con el precepto de proveer a tu familia de lo que necesita. Hagamos un trueque. Yo te daré lo que necesitas para cumplir con tu deber y tu enseñarás a mi hijo (quien llegó eventualmente a ser el Miteler Rebe, el segundo Rebe de la dinastía de Jabad).
El Rebe prosiguió a explicarle el método de instrucción: “Antes que nada hay que enseñar las letras Alef, Bet, etc. ¿Qué es una Alef? Un punto arriba, un punto abajo y una línea en el medio. Esa es una Alef. Un niño debe saber que la Alef de la Torá es un punto arriba (Di-s), un punto abajo (el alma) y la línea de la fe que los une.
“ Otra versión: El punto de arriba representa al alma; el punto de abajo representa el cuerpo y una línea de temor a Di-s en el medio.
El judaísmo en su definición más elemental consiste en el judío conectándose con Di-s por medio de la Torá y las mitzvot.
Ahora, bien. Hay muchos que tienen dificultad con uno o más de dichos tres elementos. Hay quienes se sienten muy judíos (el punto inferior) aunque no tienen claro si tienen o no fe en Di-s (el punto superior).
Hay quienes tienen claro su fe en Di-s pero no tienen claro qué es lo que los hace diferentes a quienes no son judíos.
Y hay quienes tienen fe en Di-s, se sienten muy 'judíos', pero no ven la necesidad de expresar esa conexión por medio de las mitzvot; prefieren expresarla a 'su manera'.
Ahí es donde entra a jugar la 'Acupuntura jasídica'.
La acupuntura china busca aliviar contracturas musculares del cuerpo desbloqueando los centros nerviosos. El alma también consiste en toda una estructura de energías espirituales que alimentan la sensibilidad y vitalidad espiritual de uno. Puede suceder que uno se encuentre espiritualmente 'contracturado' o insensible en alguna de dichas áreas. Hace falta nada más que aplicar el estímulo correcto en el lugar correcto para 'desbloquear la contractura'.
Los desbloqueos se logran no por medio de mazazos, sino por medio de alfileres muy finos. Del mismo modo, la manera de estimular y desbloquear contracturas espirituales no es por medio de imposiciones, sino por medio de estimulaciones que llegan a la esencia del asunto.
Esa es una de las características especiales de las enseñanzas jasídicas: la capacidad de llegar a la profundidad del alma para estimularla. Es en las enseñanzas del jasidismo que uno puede encontrar las definiciones de Di-s, alma, Torá y mitzvot que estimulan e inspiran.
Una de las cualidades destacadas del Rebe fue justamente su capacidad de llegar a la esencia del alma de cada uno y motivarla. Cuando uno se encontraba con el Rebe, no se impresionaba tanto con cuan grande era él, sino con cuan grande uno mismo podía llegar a ser espiritualmente.
Hace trece años que el Rebe no está físicamente con nosotros, pero dejó sus enseñanzas que siguen siendo tan vigentes hoy como nunca. Son accesibles. Aprovéchelas.
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