Estimados lectores:

Esta semana leemos sobre la obligación de encender la Menorá en el santuario, la obligación recae sobre Aharon el sumo sacerdote, y la expresión para el encendido no es el clásico “Leadlik” sino “Beaalotejá et hanerot” “Cuando eleve las luminarias”.

Rashí comenta que las velas debían ser encendidas de forma tal que la llama “suba por sí misma”.

Sabemos que las velas siempre son una parábola para el cuerpo y alma, el aceite es el cuerpo, y la llama es el alma, el sumo sacerdote es el encargado de encender al otro, de reavivar su alma “hasta que suba por sí misma”, esta responsabilidad de los maestros, padres y rabinos de influenciar a los demás la debemos hacer de forma tal que puedan elevarse por fuerzas propias, a veces algunos erróneamente generan una dependencia con el maestro y nunca empiezan a iluminar con fuerzas propias, no es ese el objetivo.

Que tengamos las fuerzas de iluminar y de encender a otros para que iluminen.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy