Estimados lectores:
Los 4 días que van entre Iom Kipur a Sucot son días muy especiales, tienen concordancia con las 4 letras del nombre divino (Iud, Hei, Vav, Hei). Ya estamos limpios del pecado y arrancamos con todas las preparaciones de Sucot, conseguir las cuatro especies, armar la Sucá, comprar y cocinar lo necesario para disfrutar de la fiesta. Por lo que ni hay tiempo de pecar.
Me genera la reflexión que el pecado en general surge cuando uno está sin hacer nada, con tiempos vacíos. El esfuerzo por cumplir las mitzvot, el trabajo por ayudar al prójimo nos aleja de las tentaciones y lo malos caminos.
Algo único que tiene el judaísmo es que nos permite salir de un día sagrado de reflexión e introspección como Iom Kipur, directamente manos a la obra literalmente, a tomar el martillo, los clavos, las maderas y empezar a trabajar para hacer una Sucá, simplemente porque Di-s así nos ordenó. De la reflexión a la acción, sin estaciones intermedias.
Sucot es la fiesta de la alegría, Jag Simjatenú, todo en esta festividad es alegría, les deseo a todos y a cada uno de ustedes que tengan un año lleno de alegría y felicidad.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy
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