Estimados lectores:

Uno de los prejuicios que hay sobre los judíos es que somos tacaños, cuidamos la plata, no desperdiciamos nada. Si hilamos más fino, algunos dicen que los judíos ashkenazim son más austeros, y los sefaradís más ostentosos. Pero, ¿de dónde viene esta tendencia?

En nuestra Parashá vemos que Iaakov vuelve (25-32) y dice Rashi que se fue a buscar unas pequeñas vasijas que había olvidado. Hay algo que no nos cierra mucho, Iaakov había regalado una fortuna a su hermano Esav, cientos de animales de todo tipo, y después ¿tiene que volver a buscar unas vasijas perdidas?

Obviamente no era un tema económico o de tacañería, pero Iaakov hacia todo con un objetivo espiritual y si Hashem le había dado una posesión por más pequeña que fuera, el sabía que debía cumplir un objetivo con esa posición, nada era descartable, todo tiene un valor, por algo Hashem lo puso en mi camino, despreciarlo sería renegar de mi misión espiritual.

Entonces aprendemos la lección para nosotros: No hay que ser tacaño, hay que hacer regalos generosos, gastar con mano abierta cuando corresponde, pero cuidar cada pertenencia que Hashem puso a nuestro cuidado con mucho esmero.

Así debemos actual los hijos de Israel.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy