El Rabino Avi Tawil, trabaja en Europa hace casi 20 años, como Sheliaj (Emisario) de Jabad en la Sede Central de la Unión Europea en Bruselas.
Tawil dirige el EJCC (European Jewish Community Center) y gran parte de su trabajo tiene que ver con pensar y accionar campañas para difundir los ideales del judaísmo en todo el viejo continente y educar sobre temas judaicos.
Jabad.com: En este momento, ¿cuál es el principal desafío del judaísmo en Europa?
El principal desafío que tenemos en este momento es el antisemitismo. Más allá de los casos diarios de ataques y agresiones de todo tipo a miembros de la colectividad, la gente cree que no hay futuro para el judaísmo en Europa; muchas de las familias acá en Bruselas eligen enviar a sus hijos a Israel o a Estados Unidos.
Salvo en Paris donde hay una gran comunidad judía que tiene lazos fluidos con Israel, el resto de los países y ciudades ven con mucha preocupación el futuro de la judeidad en este lado del mundo.
De todos modos mi visión es la del Rebe de Jabad, que el futuro lo tenemos que forjar nosotros mismos y no amedrentarnos por la situación. Los shlujim de Jabad en Europa han creado una red de educación judía, facilitado el acceso al kashrut y hay más vida judía que nunca.
Otro de los grandes desafíos que enfrentamos son las leyes anti religión: especialmente las que pretenden prohibir el brit mila y a la Shejitá (faena ritual). A pesar de que uno pueda tener una ideología vegetariana, el futuro de la vida judía depende de que se pueda proveer comida kosher a la comunidad.
Parte de mi trabajo en la comisión de la Unión Europea es educar sobre estos temas: No es fácil porque hay muchos prejuicios y cuesta lograr ponerse en el lugar del otro; pero con educación vamos logrando un entendimiento.
Jabad.com: Sé que parte de tu trabajo es generar puentes entre las distintas comunidades de Bruselas, incluso de otras religiones ¿Qué me puedes contar de esta obra?
Es esencial relacionarnos con nuestros vecinos y nuestro entorno.La tradición judía es que en la sinagoga haya una ventana al exterior para poder ver lo que pasa afuera y el que está afuera pueda vernos.
Uno de los motivos del antisemitismo y las tensiones que hay entre las distintas comunidades surge de la ignorancia sobre el otro. Educar sobre cómo nuestro vecino vive sus fiestas y tradición puede disminuir un poco la animosidad.
Jabad.com: ¿Qué tipo de actividades generan desde el EJCC para fomentar este tipo de dialogo?
Nuestro trabajo se enfoca principalmente en escuelas: recibimos semanalmente alumnos de escuelas primarias y secundarias y compartimos con ellos parte de nuestra cultura. Muchos jóvenes están expuestos a teorías conspirativas que se nutren de la ignorancia, si los exponemos a una experiencia personal en la que pueden vivenciar, preguntar e investigar de qué se trata la vida judía (y qué cosas no tienen nada que ver con la vida judía) resolvemos una parte importante del problema.
Uno de nuestros talleres sobre diversidad desarrolla la idea de que estamos compuestos de muchas capas de identidad. Y un judío es una de esas capas. La idea es que despertar la curiosidad de los niños y jóvenes y no encerrarse en los estereotipos.
Jabad.com: Sé que también han organizado encuentros con musulmanes. Hay mucho tabú sobre la relación entre judíos y musulmanes. ¿Cuál fue tu experiencia?
Tenemos un grupo de emprendedores que hace varios años hacemos reuniones periódicas y vienen de distintos sectores de la sociedad: judíos, musulmanes, ateos... Pero no es que cada uno viene como representante de un sector; sino que se formó un grupo de amigos que nos juntamos a compartir.
Una vez al año organizamos una cena de Shabat en la que participan familias de todos los ámbitos. En general la hacemos que coincida con el “Iftar”, el momento en que se corta el ayuno durante el Ramadan. Los chicos aprenden que no son tan distintas nuestras costumbres.
El objetivo no es crear una gran comunidad universal; sino aprender a ser buenos vecinos.
No queremos arreglar el mundo ni resolver el conflicto de Israel con Palestina; lo nuestro es mucho menos ambicioso: ser buenos vecinos.
Jabad.com: ¿Qué planes tienen para este Janucá que se acerca?
Vamos a hacer este lunes un gran concierto en la Plaza Schuman que está al frente de las principales instituciones europeas, encenderemos una menorá gigante que tiene el logo de la Unión Europea a la que llamamos “EuroMenorá”. Invitamos a la presidenta de la EU Úrsula Von der Leyen a encender la vela piloto, tal como lo hizo el año pasado.
Y el martes en la sede misma de la Unión Europea, hacemos un evento que llamamos Euro Janucá, en el que vamos a honrar a organizaciones que hicieron trabajo para ayudar a los refugiados de la guerra en Ucrania.
Jabad.com: El mensaje de Janucá es traer luz a la calle oscura. ¿Cómo crees que lo podemos aplicar a la situación actual en Europa?
El mensaje de Janucá es que un poco de luz elimina mucha oscuridad.
En Europa tenemos un desafío: tenemos 2000 años de judaísmo europeo y la luz que hay que rellenar después de la oscuridad que dejó la Shoa: había muchísima vida y cultura judía en prácticamente cada ciudad de Europa, por lo que el trabajo que tenemos es mucho aún. Por otro lado, corremos el riesgo de que la búsqueda de la perfección nos lleve a bajar los brazos si no podemos lograr reestablecer la época de oro del judaísmo en Europa. El Rebe nos enseñó a traer una acción, un poco de luz, una miztvá…de a poco ir generando un cambio y si no resolvemos todo en forma perfecta, al menos sabemos que vamos a dar lo máximo.
Jabad.com: Sé que sos un optimista. ¿Qué mensaje nos poder dejar para este Janucá?
No hay que concentrarse en la política, en los problemas, en los intereses egoístas. Así nunca vamos a avanzar. En vez de eso hay que poner el foco en la belleza y la luz que nos da una buena acción, un buen proyecto para ayudar a un vecino, a una persona que necesita nuestra palabra de aliento, ayudar a un niño a aprender… solo con dedicarnos a esas pequeñas acciones es como una semilla que uno planta y va creciendo hasta convertirse en un árbol frondoso.
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