Estimados lectores:
A veces la entrevista semanal y la parashá se entrelazan, seguramente siempre, pero no siempre encuentro la conexión.
Esta semana tuve la suerte de entrevistar al Hershel Firbank, un amigo de la época de la Ieshivá. Su historia personal es conmovedora porque él nació en una familia judía, pero durante algunos años entró al cristianismo a través de los evangélicos y posteriormente los mesiánicos, por un evento de Janucá en la plaza logró volver a sus raíces.
Pero la conexión con la Parashá la vi cuando leí el versículo que dice No habrá ninguna plaga mortal entre ustedes (Shemot 12-13), Rashí pregunta ¿Si ya aclaró que pasara de largo por la casa de los judíos, para que recalca? Para enseñarnos que habrá no plaga entre ustedes, pero si un egipcio se escondía en la casa de un judío igual sería alcanzado por la plaga, y al mismo tiempo si un judío estaba en la casa de un egipcio no sería castigado y sería rescatado.
El Rebe comenta que no alcanza con esperar que un judío se acerque a una institución judía, sino que debemos buscarlo en la calle, en la plaza, en donde sea que esté, incluso si es un lugar que debamos salir de nuestra zona de comfort. Ya que Di-s mismo bajo a rescatar a un judío de la casa de un egipcio en la noche de Pesaj, alguien que ni siquiera estaba con sus hermanos, que estaba alejado de su comunidad, pero Di-s no lo olvidaría y lo rescataría.
Y con la historia de Hershel vemos esta enseñanza llevada a la práctica. El Rebe nos mandó a las plazas, a los lugares más recónditos del mundo a buscar a ese judío y acompañarlo a encontrar su libertad personal. Y como Di-s prometió que antes de la llegada de Mashiaj, “No quedaría ningún rezagado” y el personalmente rescataría a aquellos judíos que estaban solos y sin comunidad.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy
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