En nuestra Parshá se relata que el Patriarca Itzjak quedó ciego en su ancianidad – "y fue cuando envejeció Itzjak, se debilitaron sus ojos de poder ver" 1 . ¿Por qué se debilitó se visión? no es lógico decir que esto fue atribuirle sólo a la vejez, puesto que en esa época el hombre a la edad de Itzjak estaba aún con todas sus fuerzas, y no encontramos en otros que enceguecieran a esa edad.

Más aún: previo a esto la Torá relata como el Altísimo lo bendijo 2 : "y bendijo Di-s a Itzjak". Es seguro que la bendición de Hashem habría de impedir las enfermedades y sufrimientos de la ancianidad, cuanto más un estado de ceguera, sobre el que nuestros Sabios z"l dijeron 3 "el ciego es considerado como muerto". ¿Por qué entonces se debilitaron los ojos del Patriarca Itzjak?

Las Bendiciones a Iaakov

Nuestros Sabios z"l traen 4 al respecto varios motivos. Uno de ellos: "el Altísimo sabía que Itzjak amaba a Eisav y habría de bendecirlo en el futuro. Dijo Hashem: He de debilitar sus ojos para que no vea a quien bendice, para que Iaakov tome las bendiciones".

O sea, que toda la ceguera de Itzjak estaba destinada a posibilitar a Iaakov tomar de Eisav las bendiciones. Si Itzjak hubiera tenido una visión normal hubiera bendecido a Eisav. Por eso Di-s debilitó sus ojos para que no vea a quien bendice, y así Iaakov podrá recibir de él las bendiciones.

Revelar la Verdad

Pero aquí surge una simple pregunta: para hacer acreedor a Iaakov de las bendiciones, no había necesidad de quitarle la visión a Itzjak. Podía hacerle algo mucho más simple: revelar a Itzjak 5 la verdadera personalidad de Eisav, que en realidad era un malvado 6 , y entonces ¡Itzjak automáticamente hubiera traspasado las bendiciones a Iaakov!

En realidad, esta revelación no hubiera sorprendido a Itzjak ya que él conocía a las esposas de Eisav que servían ídolos 7 . Es verdad que él pensaba que Eisav no es culpable de su conducta y no podía influenciarlas, pero el tema debía haber despertado algún tipo de duda.

También en el propio Eisav Itzjak notó una conducta no totalmente lisa, como dijo 8 "no es la característica de Eisav que el nombre del Cielo sea costumbre de ser mencionado por su boca".

Siendo así, Hashem podía haberle revelado toda la verdad respecto de Eisav, y entonces no se le hubiera ocurrido bendecirlo.

No es un Denunciante

La respuesta es que Di-s no quiere difamar a nadie, ni siquiera a Eisav el malvado.

Así nos cuenta la Guemará 9 , que cuando Ajan pecó en la época de Iehoshúa, Iehoshúa preguntó al Altísimo "¿Quién es el que pecó frente a Ti?". A lo que respondió Hashem: "¿Acaso Yo Soy tu delator?". Por ende no tenia Di-s posibilidad para impedir que Eisav reciba las bendiciones sino a través de quitarle la vista a Itzjak.

De esto debemos aprender una lección: Si incluso de Eisav el malvado Di-s no está dispuesto a hablar Lashón Hará – maledicencia, cuántas veces más debemos ser cuidadosos de no difamar, Di-s libre, a Iehudí alguno, puesto que al entregar la Torá Hashem dijo a cada judío "Yo Soy Hashem tu Di-s" 10 y le dio la fuerza para que "Yo Soy Hashem" sea "Tu Di-s", tu fuerza y vitalidad 11 . Sin duda alguna que hay que ser extremadamente cuidadoso de no hablar Lashón Hará de Iehudí alguno.

(Likutei Sijot Tomo 15, Pág.211)