Después de esta investigación verán que todo forma parte de una apasionante historiaCasi todas las familias tienen una receta de latkes de una Bobe o una mamá. Pero tener la receta y usarla son dos cosas diferentes. Por eso, para quienes se apoyan en su microondas o en el delivery, pensamos en una receta simple.
Primero fijarse si tienen todos los ingredientes:
4 papas medianas
1 cebolla mediana
4 puerros
1 huevo
aceite vegetal
sal y pimienta
Herramientas
Pelapapas
Rallador
Sartén
Papel de cocina
Espátula
Pelar las papas y la cebolla. Rallar las papas. Procesar los puerros y la cebolla. Unir todo y agregar el huevo. Condimentar con sal y pimienta. Colocar aceite en la sartén y calentar. Colocar de a una cucharadas de la mezcla y dejarlas hasta dorar de ambos lados (aproximadamente 4 minutos de cada lado). Colocar en un plato sobre papel de cocina para absorber el aceite. Servir. La receta rinde para cuatro personas (siempre y cuando no sean muchachos de entre 14 a 20 años. Si es así duplique la cantidad)
Cada latke contiene 50 calorías (aprox.), 1 gr. de proteína, 6 gr. de carbohidratos, 3 gr. de grasa (0 de saturada), 1 gr. de fibras, 9gr. colesterol, 50 gr. de sodio
Parece un poco extraña la mezcla de queso, decapitación, papas, sed, aceite, latkes y alegría. Pero como sucede a menudo, cuanto más analizamos algo, más lógico nos parece (a menudo, no siempre)
Después de esta investigación verán que todo forma parte de una apasionante historia
La tradición de comer Latkes (panqueques en idish) en Janucá deriva de dos eventos. Primero, la comida cocinada en aceite rememora el milagro del aceite en Janucá. Segundo, los latkes de queso nos recuerdan a una valiente heroína Iehudit, que ayudó a salvar a su pueblo al matar al general griego Holofernes (año 164 a.e.c) con la ayuda de un poco de queso.
Holofernes llevó a los judíos de Betulia al borde de la muerte, al tomar la única fuente de agua que poseía la ciudad. Los habitantes comenzaron a desesperarse por la debilidad causada por la sed. Entonces, la bella Iehudit, dio un paso al frente y pidió ver a Holofernes. Atraído por el atractivo y la belleza de Iehudit, el general invitó a la dama a una cena íntima a la luz de la luna. Ella cortésmente rechazó la comida, pues no era Kasher, pero trajo la propia junto a una enorme jarra de vino para compartir con él. Con mucho encanto le sirvió todo tipo de quesos salados, y cuando la sed se hizo cada vez mayor, le ofreció grandes cantidades de vino para saciarla. Cuando el general cayó en un profundo sueño, causado por la borrachera, Iehudit tomó su espada y le cortó la cabeza. Tranquilamente retornó a su ciudad, donde los asombrados habitantes colgaron la cabeza del general de la muralla.
Cuando los soldados encontraron el cadáver de su general, huyeron presas del pánico. La ciudad de Betulia se salvó junto a todo el resto de Israel.
Por muchas generaciones, los judíos celebraron Janucá comiendo latkes de queso fritos en aceite. Por eso, lo invitamos a preparar unos latkes y seguir con la tradición intacta. Y mientras los come con su familia o amigos, cuente la historia de esta gran heroína judía que salvó a su pueblo con una gran cuota de valor y un poco de queso.
Sobre cuándo se dejaron de comer latkes de queso y se reemplazaron por los de papa, nadie posee un dato seguro, pero una investigación revela que el cambio tuvo lugar hace aproximadamente 400 años. Bueno, ahora con toda esta información LOS LATKES TENDRÁN OTRO SABOR!!!!
ב"ה
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