La reunión en Rovno era tempestuosa y agitada. Los discípulos de Rabi DovBer, el Maguid de Mezritch, sucesor del Baal Shem Tov,1 estaban muy excitados. Sentían que los mitnagdim, los judíos opositores al movimiento jasídico, habían sobrepasado todos los límites de la legitimidad.
El Maguid se mantuvo silencioso. Sin embargo lleno de empatía por sus seguidores, pensaba que era mejor no contestar o reaccionar a los acontecimientos. La "verdad se sostiene, y la mentira cae", seguramente el tiempo demostraría la verdad y autenticidad de los jasidim. Aconsejó paciencia y tranquilidad. Ya en los días del Baal Shem Tov, él se había unido con su maestro en la declaración "perdonar completa y absolutamente, como dicen las Escrituras (Salmos 104:35) 'que sean aniquilados los pecados, y no los pecadores.".2
Él enseñó a sus seguidores una regla importante: "Cuando alguien te avergüence con respecto a tu forma de servir a Di-s u otras buenas cosas, no le respondas, no sea que te enfrasques en una discusión que te conduzca al orgullo que te hará olvidar a tu Creador. Nuestros Sabios enseñaron que el silencio del hombre conduce a la humildad".
En medio del tumulto Rabí Levi Itzjak de Berditchev recibió un informe que describía vividamente el hostigamientos y sufrimientos que su familia debía soportar. Sus colegas decidieron que Rabi Levi Itzjak leyera la carta en presencia del Maguid, pero incluso en esta instancia Rabi DovBer siguió en silencio. Los discípulos interpretaron el silencio de su maestro como indicación que debían actuar a discreción y por decisión propia.
Secretamente se reunieron y resolvieron que era su deber defender y salvaguardar el honor de su santo maestro y combatir las denuncias injustificadas. Parecía que había solamente una cosa que podían hacer: según la ley judía para refutar un Jerem ("excomunión") ilegítimamente proclamado es necesario proclamar un contra-Jerem . La reunión concluyó con un quórum de diez hombres que proclamaron una excomunión en 3 contra de los difamadores de los jasidim.
Cuando el Maguid se enteró de este acto se sintió consternado y amonestó a sus discípulos lo más seriamente posible. Cuando los alumnos replicaron que no podían aguantar más las persecuciones y no vieron otra alternativa, Rabi DovBer contestó:
"Sepan que por esta acción han perdido la cabeza. Sin embargo, al mismo tiempo han logrado que siempre que haya un conflicto entre jasidim y opositores, los jasidim prevalecerán".
Los discípulos del Maguid habían alcanzado una victoria pero a un precio muy caro. Durante la mitad del año perderían su cabeza, la corona de los jasidim, es decir. Rabi DovBer, el gran Maguid de Mezritch.
Dos meses más tarde el Maguid enfermó gravemente. Muchos de sus discípulos se apresuraron a ir a Annopol para estar junto a su maestro. El ultimo Shabat de su vida, el 16 de Kislev, él interpretó el primer versículo de la lectura de Tora de ese día (Génesis 32:4), "Y Jacob envió malajim", para los discípulos que estaban alrededor de su cama: "Rashi interpreta (malajim) "ángeles mamash" (ángeles reales concretamente). Es decir, Jacob envió el mamash (la realidad física) de los ángeles, pero la espiritualidad de los ángeles permaneció con Jacob".4
Al día siguiente, el domingo 17 de Kislev, el Maguid le dijo a su discípulo, Rabí Schneur Zalman5 que en los últimos tres días antes de que uno devuelve el "depósito" (es decir. el alma confiada a la persona) uno ve sólo la palabra creadora de Di-s inherente en cada cosa física, es decir, uno ve que la palabra del Creador es la esencia y realidad de la materia.6
Esa noche instruyo a Rabí Schneur Zalman en el procedimiento de la celebración que se realiza en el Shabat previo a una circuncisión (Shalom Zajar), y en los procedimientos para la ceremonia de la noche previa a una circuncisión, así como las costumbres para el día de la circuncisión. Agregó: "Jazon Ovadiah —el Sirviente de Di-s ve.7 Un hijo te nacerá y lo llamarás con mi nombre, y en la noche previa a la circuncisión, recordarás todo lo que te dije esta noche".8
Al día siguiente el Maguid le dijo a Rabi Schneur Zalman en privado: "Zalman, haz lo posible para que mi Avromenyu9 permanezca en mi asiento. Si él lo rechaza, Di-s no permita, que sea Méndele el Litvak" (Rabi Menajem Mendel de Horodok/Vitebsk).
Su hijo, Rabi Abraham, recuerda otras cosas que el Maguid dijo ese día en presencia de Rabi Iehudá Leib Hacohen y Rabi Schneur Zalman: "Hijos míos, estén unidos, entonces superarán todo; progresarán mas y no volverán atrás, Di-s no permita".
Luego, Rabi Zusia también vino y el Maguid preguntó quién había entrado. Rabí Zalman contesto, "Zusia vino" y el Maguid le indico con su dedo que se acercara. Lo asió con su mano derecha y le dijo: "Zusia, eres mío en este mundo, y allá también estarás a mí lado, como el cuerpo y el alma [siempre están unidos]".
Entonces preguntó si Rabí Méndele de Vitebsk estaba presente, a lo qué Rabí Zalman contestó que no. Él suspiro profundamente y preguntó si Rabí Iehudá Leib Hacohen estaba allí y Rabí Zalman contestó afirmativamente. Él lo miro y dijo: "Usted también estará en mi compartimiento, 'ya que los labios del Cohen (sacerdote) deben guardar daat —conocimiento (Malaji 2:4), y yo pertenezco al reino de daat".
Luego dijo en voz alta "Zalmina, Zalmina, estarás solo.10 Sin embargo, te sacare de todos tus apuros porque a ti te deseo de verdad".
Entonces le dijo a su hijo: "Avromenyu, continúa conduciéndote silenciosamente como hasta este momento. Escucha a Zalminyu y estarás bien. Sobre todo, no te flageles, porque un pequeño defecto en el cuerpo causa un gran defecto en el alma —y tu alma es única".
Después deseó a sus discípulos buenas noches y se fue a dormir.
El martes, el tercer día en la semana de la sección de la Torá Vayeshev Iaakov, el 19 de Kislev de 5533 (1772), Rabí DovBer, Maguid de Mezritch, Koretz y Rovno, sucesor del Baal Shem Tov y líder del movimiento jasídico, devolvió su alma a su Creador, y sus restos terrenales fueron enterrados en Annopol.
Poco antes su fallecimiento el Maguid le había dicho a Rabí Schneur Zalman de Liadi: "Iud-Tet Kislev (el 19 de Kislev) es nuestro Iom Tov (festividad)". (El Maguid se refería a la futura liberación de Rabí Schneur Zalman el 19 de Kislev de 5559 (1798) que simboliza la afirmación del movimiento jasídico y como tal se relaciona implícitamente también con el Maguid.)
Para los justos, el día que devuelven el alma en pureza y santidad no es una partida triste de un mundo sino una bienvenida feliz a otro. Como el de Rabí Shimón bar Iojai antaño, Rabí DovBer, vio el día de su deceso como un Iom Tov deseando que sus discípulos y seguidores se regocijaran en él.
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