9. Mito: el judaísmo es una raza
La plaga del darwinismo social del siglo XX culminó con el intento nazi de limpiar a una imaginaria raza aria de las cepas impuras de la humanidad.
Los judíos fueron considerados una raza indeseable y a pesar de su enorme contribución a la cultura, la ciencia y la civilización alemanas, fueron eliminados, mediante los métodos más crueles, por parte de la nación más educada y progresista de su época.
Realidad: Los judíos pueden ser de cualquier raza.
Aunque muchos judíos comparten rasgos genéticos y muchos judíos parecen caucásicos, con ciertas características físicas en común como el cabello rizado y los ojos oscuros.
Sin embargo, no pueden ser definidos como una raza, ni siquiera como un grupo genético.
Los Hijos de Israel tenían rasgos faciales generales a los pueblos del Mediterráneo y Medio Oriente. Durante los últimos 2.500 años, los judíos han vivido en todas las regiones del mundo y han atraído miembros que eligieron unirse el pueblo judío.
Hoy en día hay judíos de origen africano, japonés, inuit y filipino, reflejando el caleidoscopio de toda la humanidad.
En resumen, los judíos no solo estamos unidos por la genética, la cultura, la geografía o el idioma, sino por el pacto divino y la responsabilidad de cumplir los mandatos de la Torá.
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