Escucha la melodía del alma

¿Recuerdas cuando eras niño, que te quedabas hasta tarde en la noche escuchando las conversaciones de los adultos detrás de la puerta cerrada, con los oídos pegados para captar algunas palabras? Probablemente era antes de que supieras lo que significa escuchar a escondidas. Pero era excitante, muy excitante.

Lo creas o no la plegaria es un momento para escuchar a escondidas. ¿Quién habla? El alma Divina, el alma pura que es altruista y Divina. ¿Quién escucha? El alma animal, el alma dentro nuestro que es instintiva y animal en sus tendencias. Y el objetivo es que el alma animal esté excitada, muy excitada.

Este es el tema: A pesar de que es la boca física la que habla, ella expresa los sentimientos más verdaderos del alma Divina. El alma no necesita crear un amor por Di-s; lo siente de forma natural. No necesita crear un deseo y sed por Divinidad, ya lo tiene. El alma expresa su reverencia, amor y gratitud.

Y el alma animal escucha. Por supuesto que tiene que esforzarse, no lo puede hacer naturalmente. Es un trabajo muy duro para el animal, como se expresa en el cerebro racional, escuchar las descripciones apasionadas de amor a Di-s durante la plegaria. Puede dar un “vistazo” si lo quiere, pero tenemos que estar allí para facilitárselo. Esto implica enfocarnos, concentrarnos en las palabras que estamos rezando y realmente dejarnos escuchar las melodías que salen de nuestros labios.

El alma Divina siente intuitivamente la excitación y quiere cantar con alegría. ¿Y el alma animal? Su punto de partida es ser egoísta, se preocupa solo de sus propias necesidades. Déjala que escuche algo “jugoso”. Dale la oportunidad de encenderse con el fuego del alma. Deja que se derrita su cinismo cuando escuche poteaj et iadeja umasbia lejor jai ratzon, “Abres Tu mano y satisfaces el deseo de todo ser viviente”, que transmite el rol inherente de Di-s en el mundo, que es proveer las necesidades de todas Sus creaciones.

Que se quite su negatividad y desesperación al escuchar ubetuvo mejadesh kol iom tamid, “En Su bondad renueva cada día, siempre.”

Que escuche con intención, relacionándose con una plegaria u otra, que se inspire para acercarse a Di-s.

Que se excite, como un niño pequeño.

Es por ello que la plegaria es llamada “el canto del alma” dado que el alma animal escucha al alma Divina cantar con todo su corazón.

Solo tú puedes asegurarte de que escuche.

Fuente: Inspirado por Likutei Torá Shir Hashirim, Capítulo 2 (cómo se explica en Jasidut Mevueret, Avodat HaTefila).