Pregunta:
Durante mucho tiempo me he sentido incómoda con el concepto de "Pueblo Elegido". Sugerir que los judíos de alguna manera están más cerca de Di-s que todas las otras naciones huele a arrogancia, elitismo y prejuicio racial. ¿En qué se diferencia esto del antisemitismo?
Sinceramente
Margaret
Respuesta:
Querida Margaret,
Es una pregunta fantástica —una pregunta que sólo puede venir de alguien que es elegido. Permíteme explicarte.
Para el pensamiento judío, el ser elegido lleva, no a la arrogancia, sino a la humildad. Si hubiera un rey humano que nos eligiera para ser su pueblo especial, entonces tu presunción sería correcta —nos haríamos elitistas. Cuando un poder mortal muestra favoritismo hacia un sujeto, ese sujeto se vuelve, como resultado —cuanto más próxima estás al rey, más importante eres, y cuanto más importante eres, más alto es el respeto que sientes que mereces.
Pero somos elegidos por Di-s. Y cuanto más cerca estás de Di-s, más sientes tu insignificancia. Mientras que ser compadre de un líder humano infla tu ego, una relación con Di-s hace explotar tu burbuja de egoísmo. Pues Di-s es un ser infinito, y todas las ilusiones de auto importancia caen cuando estás de pie ante el infinito. Estar cerca de Di-s demanda introspección y auto mejoramiento, no engreimiento.
Esta es la idea de Pueblo Elegido —una nación de individuos a los que se les ha dado la oportunidad de sentir la proximidad de Di-s, oír Su verdad y transmitir este mensaje al mundo. Todos están de acuerdo que fueron los judíos los que introdujeron al mundo al monoteísmo y un sistema ético y moral que ha diseñado la forma moderna de vida y su propósito. Y es la supervivencia del judaísmo hasta este día lo que atestigua el valor eterno de este sistema.
Decir que es etnocéntrico es absurdo por una simple razón: cualquiera de cualquier grupo étnico puede convertirse al judaísmo y ser elegido. La elección del judío no es genética, es un estado del alma. Quienquiera desee asumirla es bienvenido —mientras estén preparados a que su burbuja reviente.
Por lo tanto la persona arrogante no actúa como elegida. La verdadera prueba del ser elegido es cuan humilde eres. Tú, Margaret, has pasado esta prueba brillantemente. Tu humildad es tan profunda que no te permite aceptar que eres elegida. Mientras que la mayoría de los otros grupos religiosos están muy cómodos clamando que son los mejores, nosotros los judíos no hacemos otra cosa que decir que no somos nada especial. ¡Eso es lo que yo llamo un Pueblo Elegido!
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