Existe la creencia que las mujeres judías practicantes están reprimidas y restringidas por el establishment religioso y social dominado por hombres que las limita a la crianza de los hijos y las tareas del hogar.
Realidad: no es cierto
La vida humana es muy compleja y más aún la relación entre hombres y mujeres. La Torá nos da pautas para ayudarnos a dividir las tareas y empodera a cada individuo para que utilice su potencial al máximo.
La mejor manera de contrarrestar el mito de la mujer ortodoxa reprimida es visitar una comunidad judía, ya sea una pareja de Jabad o un gran centro de vida judía en una metrópolis importante. Hable con las mujeres sobre su vida religiosa, social y profesional y va a comprobar personalmente la falacia de este mito.
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