Estimados lectores:
Una de las cosas que a todos nos gusta de Purim es hacer ruido cuando se lee Hamán en la Meguilá, para borrar su nombre. Así como Haman quiso destruir a nuestro pueblo, Amalek, su ancestro intentó atacar a los israelitas en el desierto.
Hay algo en común entre Haman, Amalek y todos los antisemitas a lo largo de la historia de nuestro pueblo, es la irracionalidad. Amalek no tenía intereses reales en atacar al pueblo de Israel solo lo hizo para satisfacer su odio irracional.
El odio al judío es inexplicable, a pesar del tiempo el germen de Amalek sigue entre nosotros, en cada generación el antisemita elige otro disfraz, busca otra justificación para basar su odio, pero en el fondo la irracionalidad es la misma.
¿Cómo podemos combatirlo? Con amor irracional a nuestro pueblo, a nuestra identidad, a nuestros hermanos. El judío no es judío porque lo elige, ni porque sea lo más cómodo, ni porque es conveniente, todo lo contrario, ser judío es incómodo y difícil, de todos modos, cuando más nos persiguen más nos comprometemos con nuestra identidad y nuestras raíces. No se puede explicar, es algo que va más allá de todo entendimiento y lógica.
Pdta: Este sábado a la noche y el domingo festejamos Purim y queremos recordarles las cuatro mitzvot especiales de este día: 1. Escuchar la meguilá. Se pueden acercar a su Beit Jabad más cercano para escucharla. 2. Dar donaciones a los pobres. 3. Regalar dos alimentos a un amigo. 4. Hacer el banquete de Purim.
¡Shabat Shalom y Purim Sameaj!
Rabino Eli Levy
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