En Génesis 33:4, la Torá nos cuenta sobre un beso: después de treinta y cuatro años de que Iaacov había huido de la ira de su hermano, y de que Eisav nunca dejó de querer matarlo, Eisav tiene un cambio de actitud. Cuando ve que Iaacov se acerca, corre hacia él, lo abraza y lo besa.
Pero la palabra vaishakehu, "y él lo besó", tiene una línea de puntos sobre la palabra, que es la manera que tiene la Torá de decirnos que éste no era un beso normal. ¿Qué fue lo anormal de este beso? Bien, el Midrash cita dos interpretaciones. Uno es que la Torá está diciéndonos que no era un verdadero beso—Eisav realmente estaba intentando matar a Iaacov mordiendo su cuello. La otra interpretación es que Eisav besó a Iaacov con todo su corazón, eso es lo anormal de ese beso, ya que "nosotros sabemos por ley que Eisav odia a Iaacov."
De cualquier manera que lo miremos, la verdad es que Eisav odia a Iaacov. No importa lo que Iaacov haga, Eisav lo odia. Si Iaacov lo apacigua, le da regalos, actúa como un hermano haría, Eisav lo odia aun más. ¿Por qué?
¿Por qué Eisav odia a Iaacov? Primero deberíamos preguntar: ¿Por qué existe Eisav? ¿Por qué hay maldad en nuestro mundo? ¿Por qué hay odio y oscuridad? ¿Qué habría de mal en un mundo hecho sólo de bondad, amor y luz?
El mal existe porque es tanto más poderoso que la bondad. ¿Hay algún enamorado en este mundo que ame con la misma intensidad que alguien que tiene odio? ¿Hay una luz tan intensa como la densa oscuridad? ¿Ha habido alguna vez un acto de bondad realizado con la misma fuerza y el vigor que un acto de crueldad?
Es por eso, dicen los cabalistas, que Di-s creó el mal. La oscuridad existe para que pueda transformarse en luz, resultando una luminancia infinitamente mayor a la que la luz misma pueda crear. La crueldad se implanta en el corazón de hombre para que podamos aprovechar su intensidad y crear actos de bondad infinitamente más potentes a los que la bondad misma pudiera crear. El mal existe para ser explotado por la bondad.
El alma de Eisav sabe esto—que él existe sólo para servir a su hermano menor. No importa cuán ferozmente Eisav se resista a esta verdad, esta ferocidad será en última instancia la de Iaacov.
Es por ello que Eisav odia tanto a Iaacov: porque sabe que su odio no es propio.
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