Pregunta:

Vi un docudrama sobre Jefté y terminaba con él sacrificando a su hija. Pero en un artículo de esta página web dice que ella vivió una vida recluida en las montañas hasta que murió. ¿Qué versión de los hechos es la correcta?

Respuesta:

En nombre de la libertad artística, las películas, e incluso los documentales históricos, no siempre resultan exactos. Así que examinemos la historia basándonos en las palabras de nuestros Sabios.

Pero primero, en resumen, la historia es la siguiente: Los líderes israelitas pidieron a Jefté que los dirigiera en la batalla contra los opresores amonitas. Antes de salir de su casa, Jefté juró a Di-s: “Si en verdad entregas a los hijos de Amón en mis manos, entonces será que todo lo que salga—lo que salga de las puertas de mi casa hacia mí, cuando regrese en paz de los hijos de Amón—será para Di-s, y lo ofreceré en holocausto”.1

Cuando llegó triunfante a casa, la primera en recibirlo en la puerta fue su hija. “¡Ay, hija mía!”, gritó. “...’He abierto mi boca a Di-s y no puedo deshacer lo que dije…’ y él cumplió con ella el voto que había hecho; y ella no había conocido a ningún hombre”.2

En primer lugar, es importante destacar que el judaísmo siempre ha considerado los sacrificios humanos como una abominación reprobable. Con respecto a los cananeos, Moisés dice: “Porque toda abominación a Di-s que Él odia, ellos hacían a sus dioses; también porque sacrificaban a sus hijos e hijas en el fuego para sus dioses".3

Basándose en esta idea, muchos de los comentaristas bíblicos4 sostienen que Jefté no ofreció a su hija como sacrificio. De hecho, su voto original, “todo lo que salga... será para Di-s, y lo ofreceré en holocausto”, tenía una doble intención: si será una persona, entonces “será [consagrada] para Di-s”; y si será un animal, entonces “lo ofreceré en holocausto”. El prefijo hebreo ו (la letra vav) que precede a las palabras “lo ofreceré” puede traducirse como “y” u “o”.

Según esta interpretación, la hija de Jefté fue enviada a las montañas para vivir en reclusión. Nunca se casó y dedicó su vida a servir a Di-s.

Otros comentaristas bíblicos5 no están de acuerdo con la explicación anterior. Aunque Jefté era uno de los jueces israelitas, fue elegido para el cargo por su valentía y poderío, no por su erudición en la Torá—de hecho,lamentablemente era ignorante.6 Y aunque no estaba obligado en absoluto por el voto que hizo (dicho voto transgredía claramente las normas de la Torá), ignorantemente siguió adelante y habría ofrecido a su hija como sacrificio.

Si sólo hubiera consultado con Pinjás, el erudito sumo sacerdote de la época, habría sido informado de su error. Pero eso no ocurrió. Jefté era demasiado arrogante como para ir a ver a Pinjás para recibir orientación: “Yo soy el general de las fuerzas israelitas, ¿y debo ir a él?”. Y Pinjás era demasiado orgulloso para ir unilateralmente a Jefté a aconsejarle: “Él me necesita; ¿por qué debería hacer yo el viaje?”.

La arrogancia demostrada por estos dos líderes le costó la vida a una chica inocente. Según el Midrash,7 ambos fueron castigados. Pinjás perdió el espíritu divino que hasta entonces había descansado sobre él. Jefté se enfermó y perdió varios de sus miembros, los cuales fueron enterrados en distintos lugares. Por esto la Biblia dice que Jefté fue “enterrado en las ciudades de Galaad”.8

Mis mejores deseos,

Rabino Naftali Silberberg,

Equipo editorial de Chabad.org