Estimados lectores:
En esta semana leemos sobre el episodio de las hijas de Tzelofjad.
Estas cinco mujeres vieron que se dividían las tierras entre las familias tribales y ellas se quedaban sin parcelas ya que solo se distribuían entre los varones.
Fueron a reclamar a Moshe y no había precedente de una situación así, Moshe consultó con Hashem y la respuesta fue a favor de las hijas de Tzelofjad de darle la porción que debían heredar de su padre.
Por otro lado, toda nuestra Parashá reivindica la acción de Pinjas que fue contra toda la estructura de poder y tomo su propia iniciativa.
En muchas situaciones de la vida aceptamos que no podremos hacer nada, el sistema ya está armado y lo manejan los poderosos, no podemos cambiar nada desde nuestro lugar de persona común.
La Torá nos da el mensaje opuesto, cada individuo tiene la capacidad de transformar su destino e incluso el destino de su pueblo si no teme al que dirán y supera sus propias limitaciones.
Maimonides dice que uno debe verse a sí mismo como que el mundo está en un equilibrio perfecto entre el bien y el mal, nuestra acción es la que hace la diferencia para llevar a todo el mundo hacia el lado correcto y traer al Mashiaj.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy
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